Los destrozos y saqueos que cometen grupos minoritarios solo empañan el movimiento social multitudinario que día a día se manifiesta, pacíficamente, de distintas maneras, en todo el país.
Es lamentable que sigan con la misma fuerza los desmanes de grupos sobre todo de jóvenes. Además, estos actos delictivos han dejado en evidencia que las policías no dan abasto y han colapsado con el transcurso de los días.
Ayer fue un ejemplo en varias regiones del país.
Es necesario que el gobierno aliste un nuevo plan de seguridad, sino seguirán las consecuencias negativas que perjudican no solo a las grandes empresas, sino también a las pequeñas y medianas.
Cambio constitucional, ¿realmente necesario?
Concebir una nueva Constitución es una medida incongruente para solucionar los problemas de la reciente crisis social en Chile. El hecho de realizar una Asamblea Constituyente, bajo el concepto de que la vigente no representa ni vela los intereses pueblo.
Pocos recuerdan que nuestra Carta Magna se ha reformado en numerosas ocasiones, durante la transición a la democracia y en la actualidad, sufriendo de tal manera un proceso de "democratización", se inicia con el plebiscito nacional de 1989, manifestación directa del pueblo, la cual involucró 54 reformas, demostrando que no es igual a la promulgada en 1980.
Los cambios Constitucionales han sido profundos, como lo fue la reforma de carácter sustancial el 2005.
Han sido capaces de asegurar grandes avances hacia la democracia, como el pluralismo político.
Nuestra Constitución Política goza de estabilidad y es por tal razón de su vigencia y por qué ha regido por casi cuatro décadas sin existir algún quiebre institucional. Su legitimidad no es dudable, es una muestra fiel a la representación del pueblo.
Belén Sanquea
Carlos P. González
Estudiante