Médicos marchando para que el hospital tenga más insumos para atender a los pacientes. Pero si ellos también son parte del problema, si cobran carísimo, si se rebajarán el sueldo a la mitad habría plata para insumos. Es vergonzoso que en las consultas cobren cifras escandalosamente altas, en un día se ganan lo que dos o tres personas se ganan en el mes con su ingreso mínimo.
Hay excepciones a la regla, como el medico Astudillo que atiende gratis en Santiago, hijo de Iquique, personas como esas hacen falta, que entienden que la salud es un derecho.
Médicos partan siendo la solución, comiencen a cobrar más barato. Una reforma profunda a la salud debe considerar el cambio a la forma y los montos que cobran los médicos por sus servicios.
La desigualdad y abuso está presente de diversas maneras, así que, para generar cambios, hay que partir cambiando uno. Así que médicos a mirarse el ombligo.
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A propósito de la contingencia, quisiera explicarlo desde una arista humanista, comprendiendo que los gobiernos son una extensión de la expresión humana; creamos sus primeros esbozos en la democracia griega de Platón, para seguir pater o mater-nalizando una relación en que hemos entendido que debemos ser gobernados y protegidos por otro, al extremo de un externo a mí.
Esto implica mirar desde los lentes a una figura que representa agentes necesarios para subsistir en el medio. Podríamos resumirlo en los grandes puntos de la agenda social como vejez, hogar, salud, trabajo, entre otros, que merecen la atención y preocupación de las personas. No podemos dejar de analizar la creencia de que él que gobierna debe hacerse cargo de todo, es también entonces fácil hacerlo culpablemente responsable si las cosas no resultan bien.
Muchos pueden sentirse disgustados si por diversas razones tenemos frustraciones en nuestra vida personal. Y como seres sociales esto se verá reflejado en alguna expresión con los otros también.
Darle sobre todos estos agentes el poder de las decisiones al gobierno, solo puede crear monopolios y codeos.
Todo a lo que se le pueda sacar beneficio, debe ser privatizado por los mismos ciudadanos. Quienes deberán cuidar, preservar y mejorar en el tiempo, como las áreas de educación, salud, vivienda, trabajo, entre otras. No se puede esperar a qué un grupo reducido de oligarcas pueda conocer y resolver estos agentes lo más eficientemente. La propuesta es entonces que se debe realizar la autocrítica, si no queremos robos e injusticias, debemos hacernos cargo nosotros mismos de nuestra sociedad pues todos somos seres políticos.
Omar Tyes
Soledad Berríos