opinión
Chile movilizado
Hoy Chile se debate en uno de los momentos más claves de su historia. En menos de un mes, millones de ciudadanos han salido a las calles, articulado cabildos, asambleas y diálogos para así romper con la inercia social cimentada tras la pérdida de la democracia en 1973.
El debate hoy surgió más allá de los partidos políticos y grupos de interés, luego que fue la gente la que puso en la agenda la necesidad de una transformación social y económica, que en un mediano y largo plazo busca que las y los chilenos postergados alcancen las mismas oportunidades, en derechos tan básicos como el acceso a una vivienda, educación y salud.
Desde el municipio y en mi labor como alcalde de esta ciudad, nuestra posición frente a las movilizaciones y reivindicaciones ha sido de apoyo, proporcionando espacios para el diálogo e interacción, sin tener una figuración personal mayor, de modo que nuestro aporte no sea confundido con aprovechamientos políticos, poniendo al ciudadano en el centro de los cambios venideros.
Al apoyo gestionado a agrupaciones de trabajadores, ligados al comercio y al turismo, diálogos con padres y apoderados, dirigentes sociales y vecinales, nos aprestamos a articular una gran consulta ciudadana comunal (el 7 y 8 de diciembre), donde de manera paralela en todo el país, las y los chilenos, podrán pronunciarse, para así comenzar a cimentar una nueva Constitución Política para este país.
Como municipio empatizamos con el movimiento, más aún cuando desde hace décadas impulsamos un modelo de desarrollo, basado en el bienestar social, abordando temas que escapan a las atribuciones propias de un gobierno comunal, como dar respuesta digna al tema habitacional, generar estrategias para el desarrollo local, considerando la eterna postergación con las zonas extremas.
Pese a todos los intentos por realizar cambios sociales, vemos con profunda preocupación las señales equívocas que da este gobierno al país, ya que a casi un mes de las movilizaciones, no existe una respuesta acorde a los cambios estructurales que pide la ciudadanía, reprimiendo con el uso de la fuerza las movilizaciones, entregando una imagen de normalidad donde no la existe, desperdiciando así la oportunidad de alcanzar un gran y amplio acuerdo social y político.
"En menos de un mes, millones de ciudadanos han salido a las calles, articulado cabildos, asambleas y diálogos para así romper con la inercia social".
Mauricio Soria Macchiavello, alcalde de Iquique."