El 18 de septiembre de 1925 fue promulgada la Constitución de 1925 que recogía los derechos sociales, la única hasta el presente. El detalle fue que la Constitución fue aprobada por menos de la mitad de los electores que votaron la elección presidencial siguiente. Las mujeres no participaron en el plebiscito.
Cabe mencionar otro esfuerzo ciudadano no institucional, como fue la Asamblea Constituyente de Asalariados e Intelectuales, verificado en Santiago, los días 8 y 11 de marzo de 1925, que aunó a variadas organizaciones de trabajadores, estudiantes, empleados, denominado por el historiador Sergio Grez, el "olvido constituyente y excluyente" en nuestra historia social y política. Participaron entre otros, los escritores e intelectuales Amanda Labarca, Pablo de Rokha, Antonio Acevedo Hernández, Fidel Araneda Bravo (futuro sacerdote), Elena Caffarena, etc.
La Constitución de 1925, además de las reformas introducidas, la más importante, la que modificó el derecho de propiedad en función social, para poder aplicar la reforma agraria en la década de 1960, también mereció en tiempo del gobierno de Salvador Allende, una alternativa para cambiarla en 1973. Las bases de esta Constitución no alcanzaron siquiera a discutirse por el clima de polarización política de la época.
El golpe militar del 11 de septiembre de 1973 originó a fines del mismo mes de octubre la conformación de la Comisión de Estudios de la Nueva Constitución, con exclusión de la participación ciudadana absoluta.
Durante la vigencia de la Constitución de 1980 ha habido múltiples reformas y una intención de establecer una nueva Constitución durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet. En efecto, el 6 de marzo del 2018, ingresó su Mensaje de una nueva Constitución Política de la República. Detrás estaba la experiencia del Proceso Constituyente Abierto a la Ciudadanía, de octubre de 2015, que debía cubrir tres etapas: Encuentro, Deliberación y Ciudadanía, donde se logró mediante cabildos ciudadanos realizarse la primera etapa, con una participación de 200.000 personas. La segunda etapa, de abril del 2017, fue la propuesta de reforma del Capítulo XV de la Constitución y presentación de la Nueva Constitución.
En el mensaje de la Presidenta, se planteaba cinco pilares estructurales que recogía la tradición democrática, republicana y social del país. El mecanismo propuesto era: "una Convención Constitucional la sede para conocer y deliberar un nuevo texto fundamental. Finalmente, la Nueva Constitución debe ser aprobada en un plebiscito final donde los ciudadanos expresen si aprueban o rechazan el nuevo texto".
La Convención Constitucional ha sido el mecanismo empleado en establecer la reforma- con vista hacia una nueva Constitución, la de 1833- y la planteada por la Presidente Bachelet en el 2018. Frente a ella, se ha verificado las opciones ciudadanas, no vinculantes, de las Asambleas Constituyentes de los siglos XIX y XX. La experiencia histórica comparada de América Latina, abre la posibilidad de la Asamblea Constituyente para generar una Nueva Constitución.
Dr. José González P.
Universidad Católica del Norte