Después de comparar las cifras finales entre el gobierno anterior y el actual, los argentinos hoy están entre los tangos, Volver, Cambalache y Cuesta abajo...
Tan Tan.
Efecto Amplificación
Ante la violencia y agresividad desmedida que han mostrado numerosos grupos de jóvenes manifestantes en los sucesos recientes que han convulsionado al país, es necesario cuestionarse cuál es el papel que juegan las familias y que inciden en ese comportamiento antisistema y antisocial. Hay bastante evidencia que constata que la violencia en los jóvenes, en la mayoría de los casos, tiene su origen en la dinámica familiar en la cual han crecido. En primer lugar, se da lo que algunos expertos llaman "efecto amplificación": muchos adolescentes se muestran violentos por haber sido sometidos a violencia durante la infancia. Asimismo, el estilo educativo familiar tiene gran incidencia. Padres excesivamente autoritarios, castigadores y controladores generan en los niños y adolescentes sentimientos de rencor, rabia y frustración, que suelen explotar ante situaciones que les desbordan.
Por otra parte, el modelo educativo permisivo o de "dejar hacer" que se caracteriza, por regla general, por la despreocupación y negligencia, la ausencia de límites y reglas claras, o una conducta emocional errática de los padres, produce desprecio por la autoridad y las normas, falta de empatía y de control de las emociones, búsqueda de satisfacción inmediata de las necesidades y escasa tolerancia a la frustración. Somos los padres los primeros responsables de educar a niños, niñas y adolescentes empáticos, solidarios, tolerantes, respetuosos de los derechos de los demás, conscientes de sus deberes, etcétera. Estas virtudes morales se aprenden en el hogar y difícilmente se adquieren fuera de éste.
Luis Enrique Soler Milla
Jimena Valenzuela del Valle
Directora del Instituto de
Ciencias de la Familia
Universidad de los Andes