Romel J. Puche
Unas 52 intervenciones de llamadas a teléfonos celulares empleados por una banda de narcos permitieron la detención y posterior condena de dicha organización, dedicaba a internar droga por el norte del país a través de pasos no habilitados para luego trasladarla hasta Santiago.
Durante un año los detectives de la Brigada Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones (PDI) a cargo del caso lograron escuchar las citadas conversaciones de los narcos, quienes se comunicaban a través de 35 celulares, cinco de ellos satelitales, además de una radio tipo handy.
Todas estas llamadas sumado al comiso de algunos de los celulares revelaron los planes de los traficantes quienes fueron sorprendidos con un cargamento de 968 kilos de drogas en noviembre del año 2019.
Hechos
En un juicio que se prolongó por ocho días la Fiscalía logró acreditar la existencia de una asociación ilícita liderada por la acusada Celinda Mamani Challapa, quien gestionaba la importación de las sustancias ilícitas desde Bolivia hasta Chile dando instrucciones a los miembros de la organización y manejando los recursos financieros.
La agrupación estaba integrada además por su hijo Neftalí Mamani Mamani, segundo líder y que estaba dedicado a reclutar gente de confianza y al desarrollo logístico de la organización. Asimismo la pareja de Celinda, el ciudadano boliviano Delfín Choque Plata, quien ejercía un mando medio participando como transportista y capataz de los inmuebles de la asociación, y por Alex Ticuna Flores que era brazo operativo dedicado a la conducción de camiones y vehículos dentro de la estructura criminal.
También se sumaron a la organización los acusados Sebastián Orellana Martínez, Fabián Rodríguez Martínez y Nicolás Gutiérrez Puás, quienes se dedicaban a la conducción de los vehículos que transportaban la sustancia ilícita hasta la ciudad de Santiago; y Marcelino Negreti Quispe quien participaba en tareas de orden menor, como conducir vehículos desde Alto Hospicio hasta la parcela de Copiapó y enterrar las sustancias ilícitas en las cercanías de esta ciudad.
Terminado el juicio el tribunal resolvió condenar por el delito de asociación ilícita a Celinda Mamani Challapa y Neftalí Mamani Mamani a las penas de 14 años de presidio, a Fabián Rodríguez Martínez a ocho años de presidio, a Alex Ticuna Flores y Delfín Choque Plata a siete años de presidio; y a Sebastián Orellana Martínez junto a Nicolás Gutiérrez Puás y Marcelino Negretti Quispe a cinco años y un día de presidio.
Por el delito de tráfico ilícito de estupefacientes Celinda Mamani, Neftalí Mamani y Marcelino Negretti fueron condenados a cinco años de presidio, Fabián Rodríguez, Alex Ticuna, Sebastián Orellana, Nicolás Gutiérrez y Robinson Salazar a ocho años de presidio; y Delfín Choque a 10 años y un día de presidio.
Además, Celinda Mamani y su hijo fueron condenados a pagar cada uno una multa de 400 Unidades Tributarias Mensuales (UTM) y el resto de los imputados deberán pagar 40 UTM.
35 celulares fueron peritados por los detectives de la PDI a cargo del caso que se extendió por el plazo de un año.