Arturo Barahona muere a los 90 años y familia asume seguir con su legado
El caporal y bailarín más antiguo vigente de la Fiesta de La Tirana falleció debido a un tumor cerebral.
Vestido de indio piel roja, aquel traje que por años portó para danzar a la Virgen del Carmen de La Tirana, es despedido "El Cacique", Arturo Barahona, quien la noche del último miércoles falleció en su hogar a los 90 años.
La imagen de su querida "Chinita" lo acompaña en este "viaje eterno", al estar tallada en su ataúd, aquel sobre el cual ayer cientos de personas derramaron lágrimas de tristeza.
Las muestras de cariño, que comenzaron la misma noche de su deceso, no cesaron durante toda la jornada, algo que sorprendió a sus propios hijos quienes manifestaron que no dimensionaban que su padre era tan querido por personas que, incluso, ellos no conocen.
Fue tras la celebración de la Fiesta de La Tirana de este año -ocasión en que subió por última vez al altar del Santuario a cantar el "Aleluya" que él escribió para la Misa de Víspera- que aquel hombre nacido el 20 de mayo de 1929, comenzó a perder la vitalidad que siempre lo caracterizó.
Gloria Barahona Heraldo, la cuarta de siete hijos, narró que, si bien pensaban que la artrosis que padecía su padre era la responsable de su decaimiento, múltiples exámenes médicos concluyeron que un tumor cerebral era lo que estaba complicando su estado de salud.
Pese a ello y las dificultades que esto trajo consigo, su familia hizo todo lo posible para que Barahona permanezca en su casa y no en el hospital, con todos los cuidados que requería "porque en ninguna parte iba a estar mejor atendido que por nosotros".
"Su enfermedad fue muy dolorosa, sin embargo, en el momento de partir, él tuvo una paz increíble (...) ni una manifestación de dolor, cerró sus ojos y partió, nosotros lo entregamos al Señor, porque él es del Señor y tiene que volver a él", expresó quien se describe a sí misma como la compañera de canto de Barahona.
Contó que, tras el deceso, la triste noticia no fue divulgada, no obstante, fueron sorprendidos con la llegada de decenas de personas quienes comenzaron a acudir a su vivienda para dar el pésame a la familia. "La gente del barrio entra llorando y nosotros no los conocemos, pero él era amigo de todos, es sorprendente, y fue por su forma de ser, testimonio de fe y vida", manifestó.
Distinciones
Barahona, quien murió siendo el caporal y bailarín más antiguo vigente de la Fiesta de la Tirana -considerando que comenzó a danzar en 1937-, alcanzó importantes distinciones en vida.
En 2013, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, lo reconoció como Tesoro Humano Vivo de Chile; en tanto, ese mismo año, fue nombrado Hijo Ilustre de Iquique por la municipalidad. Por lo mismo, al ser considerado como una imagen de referencia para las nuevas generaciones, comprometidas con la defensa y salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial nortino y chileno, su deceso fue lamentado a nivel regional y nacional.
La ministra de las Culturas, Consuelo Valdés, comentó que "don Arturo ha engrandecido el patrimonio cultural chileno, a través de la práctica, defensa y transmisión de conocimientos identitarios de su comunidad. Junto con su partida, Chile pierde un protagonista de la cultura popular y tradicional y una enciclopedia viviente".
Su legado
En su casa, las fotografías de Barahona colgadas en las paredes reflejan los distintos momentos de su trayectoria como bailarín, liderando desde 1988 el Cuerpo de Bailes Pieles Rojas del Espíritu Santo, del cual fue caporal, cargo que asumirá su hijo mayor Juan Barahona Heraldo, el segundo caporal.
"Este baile es el legado, su memoria, no podemos dejar que se borre", dijo al afirmar que la familia continuará con el baile fundado por su padre.
La vida de Barahona ha sido contada en múltiples libros, reportajes, y entrevistas; sin embargo, el texto titulado "La historia del Cacique: Arturo René Barahona González" es especial por cuanto fue escrito por su propia hija, Brenda Barahona, quien recalcó con orgullo que heredó la pasión por la literatura y el talento de la escritura de su progenitor.
"Este libro era una deuda pendiente", confesó la quinta de las hijas del Tesoro Humano Vivo, a quien la tarde de hoy le darán el último adiós.
"Chile pierde un protagonista de la cultura popular y tradicional y una enciclopedia viviente".
Consuelo Valdés,, ministra de las Culturas."