Estamos en un nuevo año y nuestra ciudad se prepara para el periodo de vacaciones. Lentamente se aprecia la llegada de turistas que prefieren acceder para movilizarse y veranear en sus propios vehículos, incrementando el parque automotriz.
Es así como va en aumento el nivel de tráfico vial acrecentando el número de personas que deben lidiar con el excesivo tránsito en las arterias de nuestra ciudad. Además, encontrar estacionamiento se ha convertido en una verdadera contrariedad, observando autos parqueados en lugares insólitos.
Este hecho está generando el aumento de los niveles de estrés, agresión, disminución de tolerancia en los automovilistas, hecho que se percibe en los conductores que vivencian diariamente los nudos viales acaecidos en las horas de alto tránsito.
El estrés vehicular, puede incidir negativamente en el entorno de las personas, afectando directamente su núcleo familiar, laboral e individual.
Nos referiremos a dos tipos de estrés, el primero tiene relación con las condiciones viales, nivel de tráfico, mal estado de las de calles, falta de señaléticas de tránsito y por último el deterioro de algunos semáforos, desde el estallido social en la región.
El segundo es el estrés que se presenta como un hábito de vida, generalmente pueden ser personas que presentan presiones en el trabajo, en sus relaciones personales, sociales y familiares. Este tipo de individuos descarga toda su angustia al conducir.
Estamos en el momento exacto para que, dentro del plan regulador de la ciudad, se realice una adecuada planificación sobre este tema.
Iquique es una de las pocas ciudades de Chile, en que todos los miembros de una familia prácticamente poseen autos y son utilizados individualmente. Al mismo tiempo aún encontramos autos en desuso, que se encuentran en las calles.
Nuestro borde costero tiene una de las ciclovías más hermosas de Chile, debemos fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte. Cada vez son más las personas que se transforman en ciclistas para acudir a sus trabajos. Una buena alternativa ya que incentiva la descongestión vehicular y fomenta el estado físico.
Por eso se hace necesario que se apliquen planes de contingencia para prevenir un futuro colapso en las rutas viales de la ciudad, situación que puede ser evitada si se adquiere consciencia de lo prioritario que se hace la regulación del parque automotriz a nivel local.
"El estrés vehicular, puede incidir negativamente en el entorno de las personas".
Dr. Jorge Font, MBA Diplomado en Adicciones UC"