Durante vacaciones invité a mis hijos al Estadio Monumental a ver el partido Universidad Católica v/s Colo-Colo, pese a las recomendaciones en contra de amigos y familiares, ya que consideré que sería una linda experiencia familiar ver a dos de los más importantes equipos de fútbol del país. Pero ya al interior del recinto, nos percatamos que el ambiente ya no es el mismo de antaño.
Correteos, jóvenes escondiéndose, cambios de ropa entre supuestos barristas, encapuchados, escaladas de rejas, caídas, cánticos políticos, ocultamientos de mochilas y bolsos, claramente planeando lo que más tarde vendría: lanzamiento de fuego artificiales a la cancha por supuestos hinchas albos (no había barra de la UC), hiriendo a un jugador de Colo-Colo, causando la suspensión del partido, pasando el evento deportivo a un segundo plano.
Este escenario no es distinto del contexto nacional. Lo que sucede en el fútbol, también pasa en nuestra sociedad, donde hay gente que busca normalidad, trabajar, producir, pagar impuestos, participar de procesos cívicos, mientras que otros tienen intereses que no son parte del deporte ni de ser hincha, ya que el espectáculo pirotécnico del domingo costó varios millones de pesos, imposible de financiar por un grupo de barristas. Acá hay organizaciones de base y apoyo logístico, además de fallas graves -espontáneas o no- en control, seguridad y orden público. Lo que sucedió pasa a diario en distintas ciudades del país, y al igual que en el estadio, la mayoría de gente da la espalda y se retira en silencio, resignada a quedarse sin espectáculo, por miedo a su seguridad.
Chile se polarizó. Hay temas que la institucionalidad tradicional no ha podido solucionar, pero que una elección, plebiscitos o una nueva ley tampoco podrán remediar como "por arte de magia" y en forma completa. ¿Cómo llegamos a esto? Hay muchas hipótesis, pero todas coinciden en una gran "fractura e intervención" de nuestra sociedad. Lo importante es cómo salir de la crisis, ya que no podemos solo abandonar el "estadio", porque vivimos en él.
"Hay muchas hipótesis, pero todas coinciden en una gran "fractura e intervención" de nuestra sociedad".
Marcos Gómez Barrera,, gerente Asociación de Industriales de Iquique y el Tamarugal"