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Especialistas dicen estar preocupados ante la pérdida de edificios antiguos

Creen necesario ampliar la protección del casco histórico más allá de Paseo Baquedano.
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Mauricio Torres Paredes

Una semana se cumple hoy desde que cayó la fachada del edificio ubicado en la esquina de Aníbal Pinto con Bernardo O'Higgins. El inmueble, del cual solo quedaba su capa exterior, fue intervenido estos días. Se eliminó lo que quedaba por Aníbal Pinto y se cerró el terreno con paneles.

Para muchos dedicados al patrimonio, la desaparición casi total de esta casa es un nuevo hecho que revela la desprotección de los antiguos inmuebles que conforman el casco histórico iquiqueño.

Silvio Zerega, director ejecutivo de la Corporación Museo del Salitre, cree que lo ideal es que la casa hubiera sido comprada por el Estado para transformarla en un museo debido a su gran dimensión: "No hubo interés ni posibilidad de hacerlo. Se perdió una casa más en Iquique, así como se han perdido muchos edificios por incendios o demolidos".

Zerega agregó que se hace necesario extender las zonas de protección patrimonial en el casco histórico: "Si uno mira Patricio Lynch, hay una serie de edificios que corresponden a finales del 1800, construcciones que están bien hechas, elegantes y son para preservarlas. Ojalá que se tome conciencia, porque a todos nos interesa que se preserven".

Javiera Salinas, presidenta del Colegio de Arquitectos en Tarapacá, coincidió en que un nuevo plan regulador debería ampliar esta zona de protección más allá de Paseo Baquedano, actual Zona Típica, para así resguardar otras propiedades.

"Ojalá que con esto se pueda tener un poco más de conciencia sobre qué hacer con este tipo de casas, quizás no hay que conservarlas todas tal como están, algunas se pueden transformar o incluso echarlas abajo cuando sea imposible recuperarlas si tienen un nivel de deterioro", expresó Salinas, emplazando a los dueños de estos inmuebles.

El director del Instituto del Patrimonio de la Universidad Arturo Prat, Bernardo Dinamarca, contó que han desarrollado desde hace al menos cinco años una matriz patrimonial de Tarapacá con el fin de tener un registro de toda la arquitectura que deba ser resguardada.

"Sobre todo del casco histórico patrimonial, porque ahí uno encuentra muchos edificios aislados que no tienen ninguna protección pero sí un rango muy interesante de valor histórico. De un tiempo a esta parte, sobre diez años, hay un estado de fragilidad absoluto en el casco histórico que no solo involucra una falta de cuidado o de mantención, sino que no hay catastros de inmuebles que podrían significar una pérdida irreparable", expresó.

El académico recordó que existió un proyecto para que Lynch y Aníbal Pinto se incorporaran a la Zona Típica, pero ello no se concretó. Sobre la casa de O'Higgins, afirmó que tenía una "escala señorial, incluso más que muchas casas de Baquedano".

Sistema constructivo

El director de Obras Municipales, Héctor Varela, precisó que el dueño del terreno de la casa que cayó la semana pasada sí tenía los permisos para eliminar el interior del edificio y mantener la fachada. En el espacio actual se construiría un recinto comercial.

"El apuntalamiento de la fachada no fue el correcto. Me pude percatar que los puntales que la sostenían, más que protegerla, la cargaban y empujaban. Esto era parte de un sistema de la arquitectura inglesa que funciona con pilares y vigas de madera amarradas. Si uno saca las vigas horizontales del entrepiso o del techo, la pared queda suelta", contó Varela. Sin embargo, el director reconoció que posterior al derrumbe, se eliminó el riesgo para la fachada que sobró.

15 de febrero cedió la fachada por calle O'Higgins. El hecho no dejó lesionados.