Malos resultados en educación
La Prueba de Selección Universitaria -PSU- trajo, nuevamente, noticias inquietantes desde distintos puntos de vista. El más obvio es que el nivel de ingresos y el capital cultural determinan, en general, el resultado. Otro es el deficiente desempeño de la educación regional.
La Región de Tarapacá sigue en la parte baja y no contó con ningún establecimiento entre los mejores 200 del país, en las pruebas de Lenguaje y Matemática.
La brecha entre colegios de Santiago y regiones es sorprendente. La última PSU reveló que entre los mejores 20 colegios privados, 16 están en la Región Metropolitana. A esto se suman cinco de los mejores quince particulares subvencionados y doce de los quince mejores establecimientos municipales chilenos.
En realidad, la situación del Norte Grande es para meditar. Las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, no tienen ninguna escuela entre las mejores 200 de Chile.
Si bien a nivel macro los colegios particulares pagados volvieron a obtener los mejores puntajes, es claro que mucho del resultado tiene que ver con la capacidad económica, traducida en más y mejores profesores, más horas de estudio, mejor acceso a libros y tecnologías, entre otras.
Pero esas condiciones también se reproducen en varios establecimientos del Norte y por eso llama la atención que permanentemente los tengamos en lugares de retaguardia (Simce y PSU) y pocas en las posiciones de avanzada.
La educación es el vehículo más eficiente para avanzar hacia el desarrollo, para que las personas puedan crecer, pero a la luz de los hechos, los sectores más vulnerables están recibiendo una enseñanza deficiente. Lo mismo parece ocurrir en materia de regionalización, sobre todo si se considera que ni siquiera los colegios privados de Tarapacá tienen figuración nacional.
Vale preguntarse, entonces, dónde están las universidades, las autoridades, la clase política y las autoridades, los sostenedores, los profesores y los centros de padres para revertir esta situación que sigue sin mejoras.
"La educación es el vehículo más eficiente para saltar al desarrollo, para que las personas puedan crecer".