El laicismo en los últimos días ha tomado fuerza en nuestra nación, en una propuesta que como iglesia nos preocupa, y no hablamos de un templo, sino de todos los que profesamos la fe en Dios.
"Laicismo", es una corriente, ideología, legislación o política de gobierno que defiende o favorece la existencia de una sociedad organizada aconfesionalmente, es decir, ajena a las creencias, a la fe ¿Pero cómo nos afecta esto? Independientemente si eres católico, adventista, hinduista, evangélico o cualquiera que sea la denominación, esto nos perjudica directamente, puesto que, esta propuesta que se busca implantar, coartará la libertad de culto, de fiestas religiosas, la posible eliminación de colegios confesionales, tales como Don Bosco, Colegio Inglés, entre otros. Además, genera comportamientos peligrosos debido al vacío moral, y en su lado radical, ejerce la prohibición de manifestaciones religiosas. Incluso, el cierre de templos, lo que conlleva al totalitarismo.
En oportunidades, nos han hecho saber que la iglesia no debe opinar con respecto a decisiones o acciones políticas, y no es así, la iglesia debe ser partícipe, debido a que está en juego los valores y el bienestar de nuestra sociedad, es muy diferente a ser militante de una tolda política, eso si no es aceptable porque nuestra bandera es llevar la Palabra de Dios a todo lugar.
Necesitamos de Dios, el día que entendamos que Él es la solución a lo que enfrentamos, ese día cambiará el destino para bien, y no hablo de una religión sino de una relación con el Creador. Dice la Biblia en Oseas 4:6: "Mi pueblo perece por falta de conocimiento", no permitamos que reine la incredulidad, la racionalidad, porque lo más real no es lo que se ve o se piensa, es lo que se siente. Nuestro país necesita un cambio, y la respuesta está en Salmos 33:12 "Bendita la nación cuyo Dios es el Señor".
"La iglesia debe ser partícipe, debido a que está en juego los valores y el bienestar de nuestra sociedad".
Pastor Félix Orquera, Ministerio Internacional, Jesús Es El Rey"