Aislamiento y teletrabajo
Nos ha tocado vivir y superar terremotos, maremotos, inundaciones, aluviones, erupciones volcánicas, sequías en el sur y lluvias torrenciales en el norte, por lo que ya estamos acostumbrados a tener que superar momentos complejos, donde la ayuda mutua y solidaridad, se ha convertido en un sello reconocido a nivel internacional. Incluso podríamos decir que las catástrofes siempre produjeron unión entre los compatriotas, cosa que no se ha visto en el reciente alzamiento social, donde la polarización, violencia y consecuencias fueron equivalente a varios terremotos.
Hoy tenemos la "tormenta perfecta". La reciente pandemia del COVID19, es un fenómeno que a ninguno de nosotros le había tocado vivir. Es un evento mundial y del cual no existe soluciones o recetas fáciles, y que solo hemos visto en películas pero que, a diferencia de los filmes, no existe el héroe para defendernos o encontrar la cura milagrosa. Somos nosotros mismos quienes debemos defendernos y tomar en serio las medidas recomendadas por expertos y la autoridad, ya que las consecuencias pueden ser desastrosas, no solo en la economía, la cual ya sería muy golpeada, si no que en vidas, que es lo más importante.
Las obligaciones del empleador están claramente establecidas en el reciente dictamen de marzo de la Dirección del Trabajo, y que señala que éste estará obligado a resguardar la vida y salud de sus trabajadores, adoptando todas las medidas tendientes a garantizar dicha protección. Estas y otras obligaciones se amplían aún más en estos tiempos, en que la prevención es la clave, sobre todo la necesidad imperiosa del "aislamiento social", que es la medida óptima para afrontar esta pandemia. Y es acá donde resurge con fuerza la necesidad del Teletrabajo, que permite que, en muchos casos, los trabajadores sigan desarrollando su actividad laboral desde sus casas. Chile y su desarrollo tecnológico permitirían esta posibilidad de trabajo en una serie de rubros o ejes productivos, y debe ser seriamente adoptada por los empleadores de nuestra región, cuando la naturaleza de las labores lo permita. Estas medidas de emergencia, unidas a la Ley de Protección del Empleo, flexibilidad y adaptabilidad laboral debieran ser los pilares para poder afrontar esta crisis que recién comienza, y que como señalamos, nadie había vivido.
"Es un evento mundial y del cual no existen soluciones".
Marcos Gómez Barrera, gerente Asociación de Industriales de Iquique"