Patricio Iglesias P.
Un balance negativo tuvieron los comerciantes establecidos en el Mercado Centenario y la caleta Riquelme respecto a la venta de pescado por Semana Santa.
Bajas ventas que llegaron a un 40% menos de lo expendido el año pasado reconocieron los vendedores, quienes también consideran que además del impacto de la pandemia de coronavirus, influyó la poca variedad de productos a causa de la menor llegada de pescado de la zona central y sur. Sin embargo, la venta de albacorilla (tiburón), dorado, monito y albacora les permitió solventar un período de ventas atípico.
Mercado
En el Mercado Centenario, Ricardo Sáez, manifestó que "tuvimos afectados porque no llegaron los camiones con pescado de la zona central y sur. Recién la reineta se comenzó a vender el sábado y el otro problema es que se vende muy cara, a $7.500 y $8.000 pesos".
El comerciante manifestó que fue el pescado local, en especial el mono y el dorado, junto a la albacora, la que tuvo mayor demanda.
Una visión que comparte Enrique Pérez, quien aseveró que hubo un impacto no solo por la pandemia, sino que además por la poca variedad en pescado que hubo para el público. "No hubo reineta y cuando llegó, se vendió cara, pues pasó de 6 mil pesos que es lo normal hasta $8 mil el kilo", expresó.
Dijo que en el año 2019 las ventas fueron arriba del 90%, "sin embargo este año se vendió ahora un 40% menos. No hay demanda y debemos sumar que por la crisis, hay muchas personas sin trabajo y los restaurantes no están funcionando y eso nos afectó".
En el Mercado Centenario ayer la atención se realizó hasta las 16 horas, siendo evidente una baja en la asistencia de público y en especial el cierre de locales. Algunos locatarios optaron solo por vender hasta el sábado, donde la demanda por pescados y mariscos fue declinando.
Caleta
La caleta Cavancha funcionó ayer sin las aglomeraciones y resguardos que se debieron adoptar ante la gran presencia de público en Viernes Santo.
Para Clara Sánchez, de la pescadería "Iquiqueña", la situación en ventas fue menor en un 40% al año pasado. Reconoció que la mayor demanda se presentó el jueves y viernes, así como la larga espera que debió tener el público ante el control que se realizó en el recinto por el COVID-19.
"La venta fue muy baja si consideramos que el año pasado se llegó al ciento por ciento en ventas. Sí la gente demandó más el pescado de la zona, como el mono y el dorado", expresó Sánchez.
Para el comerciante Alejandro Cerda, las fotos aparecidas en redes sociales por las largas filas para ingresar "nos perjudicaron". "La venta bajó mucho el día sábado y hoy (ayer)", explicó. Cree que permitir el ingreso de grupos de 5 personas no ayudó a las ventas. "Considero fueron un 50% menores (las ventas) que el año pasado".
Delivery
Mayor optimismo hubo entre los emprendedores que realizan ventas delivery. Es el caso del local "Doña Bárbara", que inició en marzo la venta a domicilio.
Felipe Zúñiga, uno de los encargados del local, manifestó que "la mayor demanda se registró el jueves y viernes, con hasta 20 entregas diarias, lo que bajó un poco el sábado". Para el comerciante "también nos ayudó el hecho que tuvimos venta de empanadas y ceviches, fue así que vendimos más".
Mientras que un balance positivo entregó Marcelo Urqueola, quien es un armador de caleta Cavancha, pues a su juicio "hubo una buena respuesta del público, además que nosotros trabajamos con todo el circuito y distribución".
$8.000 se cotizaba el kilo de reineta en caletas y el Mercado. Alto costo fue justificado por bajo stock desde zona sur.