Romel J. Puche
Pasillos con nula o escasa afluencia de compradores, locales en su mayoría cerrados y accesos controlados es la nueva normalidad que viven los locatarios de diferentes ferias populares que operan en el sector céntrico de Iquique.
Los comerciantes acusan pérdidas de hasta un 50% en las ganancias, y están preocupados por las deudas que han adquirido por postergar el pago de los arriendos o la cuota diaria de mantención de las ferias.
A esta compleja situación económica se suma, según indican los mismos locatarios, los problemas para adquirir la mercadería que expenden en sus negocios, al existir dificultades de transportes desde el sur del país hacia el norte, el cierre de las operaciones de la Zona Franca y las limitaciones en la libre circulación fronteriza, lo que no permite, por ejemplo, viajar hasta Tacna para comprar productos.
Otras de las circunstancias que imposibilitan la normalidad de las ferias es el control horario, ya que se acortó la jornada laboral hasta las 14 o 16 horas en dichos recintos, descontando hasta tres horas de funcionamiento rutinario.
Gloria Leal, locataria de la Feria Monumental desde hace más de 20 años, indicó que "la gente tan temprano no sale, estamos trabajando de 8 a 2 de la tarde y prácticamente las tres primeras horas de la mañana están muertas".
"A las 11 de la mañana recién va entrando un poco de gente, las pérdidas económicas son tremendas y aparte de que la feria estuvo un mes cerrada por prevención, es la primera vez que me he visto tan afectada".
"De los locatarios de acá el que diga que le va súper bien está mintiendo, en la semana uno antes sacaba de ganancia unos 6o mil pesos, y ahora en vez de ganar pierdo como unas 30 lucas", añadió Leal.
Misma realidad describió el locatario Reinaldo Araya de la Feria Coliseo: "Ha bajado el tema de las ventas, muy poca gente viene, porque esto no es un producto de primera necesidad, nosotros vendemos ropa acá".
"La gente está comprando cosas para alimentarse, acá somos como 80 locales y está abriendo como el 50%. A la mercancía antes se le sacaba buena ganancia, ahorra a lo mucho un 5% de ganancia a cada prenda, está malo, estamos en la línea roja, hay días donde hacemos dos o tres ventas", aseveró Araya.
En la Feria Persa, en tanto, "poco público se ve", según señaló María, locataria antigua del recinto. "La verdad es que desde el estallido social estamos sufriendo por la poca afluencia de público, nos estamos llenando de deudas de arriendo".
"Yo arrastro una deuda de mucho antes de la navidad, porque uno se va preparando para cada ocasión, por ejemplo, con los uniformes para la época escolar, entonces con esto que está pasando no hemos podido trabajar bien", indicó la locataria que la mayor parte de los uniformes escolares los mantiene guardado y que nadie pasa a comprarlos.
"Nosotros en enero, febrero, marzo que son las fechas que trabajamos con artículos escolares eso nos ha dejado cero pesos de ganancia podría decirse, entonces uno acumula deudas porque gasta el capital", añadió.
Rosa Sandoval, de la Galería Vivar, por su parte, dijo que "se está perdiendo plata, porque lo poco que tú vendes te lo comes, entonces va a haber un momento donde no vas a tener para inversión".
"En un día se venden entre 80 y 100 mil pesos, ahora las ventas serán entre 30 mil o 40 mil", explicó Sandoval respecto a su negocio.
8 de la mañana hasta las 14 horas es el turno de atención de la mayoría de las ferias.