LA FOTO DE LA SEMANA
madre debe subir al cerro para estudiar con su hija
Andrea Cejas sube al cerro cerca del campamento Renacer, donde vive, para obtener señal de internet en su celular para que su hija pueda realizar las tareas del colegio.
madre debe subir al cerro para estudiar con su hija
Andrea Cejas sube al cerro cerca del campamento Renacer, donde vive, para obtener señal de internet en su celular para que su hija pueda realizar las tareas del colegio.
¿Los tarapaqueños acataron el llamado de quedarse en casa el fin de semana?
¿Cree que la región llegará al peak de los tres mil contagiados?
¡Viva la Ordenanza de la municipalidad que restringe el horario de las botillerías!
Los iquiqueños y en especial la gente de barrio no extrañamos la "normalidad" a la que nos tenían acostumbrados estos locales todos los fines de semana, maravilloso sería que se estableciera un horario más prudente incluso luego de esta pandemia.
Señor alcalde, sepa que sus vecinos se lo agradecerán.
Rebaja en un cincuenta por ciento de la dieta de senadores y diputados y, fin a la reelección ahora.
Tienen un uno por ciento de apoyo social y se permiten tomarnos el pelo a toda la ciudadanía, llevan seis años tramitando propuestas, haciendo como que discuten...
Juan Castillo Moraga
La pregunta recurrente en estos días es: ¿cómo va a ser el mundo tras el COVID-19? Si me permiten responderla, para el caso de Chile la dividiría en dos: ¿cómo van a cambiar las prácticas de las personas tras el paso de esta pandemia? y ¿cómo va a impactar la pandemia en las estructuras socioeconómicas para el crecimiento y el "bienestar"? La pregunta más fácil de contestar es la primera.
Ciertamente la valoración de la vida y de las personas que nos acompañan en nuestra existencia: familiares, amigos, vecinos ha tomado otro matiz. Sería posible pensar que habrá una vuelta a considerar que la sostenibilidad de la vida pasa por reconocernos en una amplia red de interdependencias mutuas. Podríamos quizás asegurar que se generarán en el futuro inmediato relaciones más cooperativas y solidarias.
Sin embargo, la crisis también expresa que esta interdependencia a nivel humano es insuficiente para la sostenibilidad más amplia de la vida cuando hay una dependencia que maltrata y configura a su antojo las relaciones humanas, las precariza y deshumaniza. Esa dependencia es la que cada uno guarda con el mercado, en donde se satisface de manera individual la mayoría de los derechos sociales (salud, educación, vivienda y pensiones). La centralidad del mercado en el "bienestar" evidencia en toda su magnitud lo frágil que somos ante estas situaciones.
Después de esta pandemia, el sistema no se replanteará otras maneras de pensar el bienestar o la protección de la vida y esta sería la respuesta a la segunda pregunta. La pandemia es una coyuntura, un estado de excepción, "de catástrofe", y en cuanto tal, es pasajera. El COVID-19 no ayudará a generar cambios sustantivos en el sistema de salud, o en los derechos de los trabajadores contratados o independientes o en el sistema de pensiones, o en el reconocimiento de derechos de las personas que cuidan a otros con gran esfuerzo y prácticamente ningún apoyo.
Las demandas sociales que movilizaron a todo el Chile desde el 18 de octubre están más presentes que nunca. Urge, ahora mucho más, que el centro de la preocupación sea la vida humana. Para esto es imprescindible replantearse los cuidados en la sociedad. Las virtudes que guían los cuidados en las esferas íntimas podrían introducir nuevos valores en el dominio público, un ordenamiento que implica fomentar la cooperación para fortalecer la confianza y los cuidados mutuos. Es una transformación que requiere un Estado comprometido con la búsqueda del bienestar para todos, que reconozca las diversas formas de cuidado que permanecen invisibilizadas y que sostienen la vida.
Beatriz Revuelta
Académica
U. Central
Carlos Guevara
dinos lo
que piensas
El Covid-19 nos ha presionado para obligarnos a tomar decisiones que, hasta antes de la pandemia- siempre estaban en la agenda, pero quedaban postergadas por otras más urgentes o, supuestamente, más importantes. Posiblemente el "teletrabajo" sea una de esas decisiones que estaban en el tintero de la espera, igualmente la automatización de las funciones intelectuales. No es fácil para las personas confiar en la inteligencia artificial. Cuando el campeón mundial de ajedrez le ganó a Deep Blue -una superordenador- en 1996 y 1997, dimos todos y todas un suspiro de alivio. Quizás con la robótica nos vemos afectados en nuestra humanidad o en un concepto de humanidad que ya está cambiando o ha cambiado sin darnos cuenta.
Desde hace décadas existe -a nivel universitario- la educación a distancia, sin embargo, siempre la hemos visto, justamente con distancia, en lo referente a la calidad de la enseñanza que se entrega. Muchas veces este tipo de recelo es justificado; pero de igual forma existen ofertas de alta calidad y, al parecer, será una tendencia a la que esta pandemia globalizada le ha dado un impulso inesperado. Entonces nos preguntamos…¿Estamos frente a un nuevo paradigma en la educación superior?
Nuestra resistencia a la educación a distancia nos encuentra diciendo -con una convicción cada día más feble- que no es lo mismo tener al profesor, o mejor aún, al maestro frente a frente, y poder formular una pregunta o, incluso, cuestionar sus ideas en vivo y en directo. Siendo realistas, si efectivamente estamos frente a un profesor, como se entiende en Europa por este término o, como se decía antiguamente, un catedrático, difícilmente nos luciríamos haciendo preguntas y menos cuestionando sus ideas frente a todo un auditorio. Probablemente, preferiríamos grabar la clase y escucharla después con ayuda bibliográfica a la mano.
La educación a distancia -en estos días de pandemia- permite a estudiantes ver y escuchar a profesores en vivo y en directo desde cualquier lugar del planeta, grabar las clases y analizarlas con el beneficio del tiempo y con apoyo bibliográfico en la mano. A fortiori, las evaluaciones, las defensas de tesis, las exposiciones, las conferencias, etc., tendrán esa misma modalidad. Hace ya varios años que el uso del streaming, que es una red de computadores, viene siendo una modalidad habitual en el mundo académico. Al fin y al cabo, el libro "La sociedad red: una visión global" del sociólogo Manuel Castells ya tiene casi una década publicado. Al parecer tendremos que desempolvarlo, volver a leerlo, pero ahora bajo la mirada de esta pandemia.
"No es fácil para las personas confiar en la inteligencia artificial"
Yasna Godoy Henríquez directora sede Iquique UTA"