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Editorial

Educación a distancia e igualdad

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Parte de las autoridades y profesionales encargados de los sistemas educativos escolar y universitario, ha visto con buenos ojos la instalación de las clases a distancia, no solo durante esta crisis sanitaria -que ha removido el año académico- sino también mirando hacia el futuro, como un nuevo paradigma que hay que considerar mucho más, como ya lo hacen otros países.

Sin embargo, esto contrasta con un escenario complejo que se presenta en varios sectores del país y obviamente también en Tarapacá: la falta de conexión a internet y la carencia de recursos tecnológicos de un buen número de estudiantes, incluso de profesores.

El caso de una joven que vive en un campamento de Alto Hospicio y que debe subir al cerro para tener internet en su celular y así lograr estudiar junto a su hija, es uno de los tantos ejemplos de desigualdad que debe sortear una buena parte de los estudiantes de bajos recursos, quienes no cuentan con las condiciones para rendir a distancia.

Pese al enorme avance de ese tipo de tecnología, actualmente el 12% de los hogares chilenos no tiene acceso a internet, lo que ya evidencia un problema que se debe corregir.

Es razonable que los establecimientos públicos y privados estén considerando como una alternativa de progreso las clases a distancia y el desarrollo online de otras actividades académicas, como charlas, presentaciones, entre otros eventos educativos. Sin embargo, para que esto sea posible es urgente acortar las brechas tecnológicas entre los distintos sectores de la sociedad, de modo que las herramientas digitales se conviertan en un verdadero facilitador del aprendizaje y no en todo lo contrario.

El Gobierno ha considerado esta variable y hace ya varios años viene trabajando con programas que buscan estrechar las desigualdades en materia de tecnología. Ahí se cuentan "Yo elijo mi PC" o el "Plan Solidario de Conectividad". Todo esto es un buen avance, pero todavía no es suficiente para un Chile digital.

La "nueva normalidad" exige más desarrollo tecnológico y el compromiso del mundo público y privado para que todos los estudiantes, sin excepciones, puedan acceder a estas herramientas.

"Actualmente el 12% de los hogares chilenos no tiene acceso a internet, lo que ya da cuenta de un problema ".

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Iquique

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Esta ciudad amarra como los amores adolescentes. Se te queda prendida en esos recovecos del alma que son muchos; tiene callejones y avenidas. Mientras estás aquí, en sus barrios, playas, canchas, esquinas, fuentes de soda, todo parece fluir normalmente. Saludamos de una esquina a otra y el avísale abre puertas y ventanas. El otro te responde con su contraseña: avisándole. Somos alaracos. Extrovertidos dicen los especialistas. ¿Qué saben? ¡No saben na!

Pero cuando te llega el exilio en todos sus modos, el mundo se te mueve. Cuando recibes la noticia que debes irte a estudiar a otra ciudad, los ojos comienzan a llenarse de olas. Y nos da por cantar "Pero tú no has estado en Cavancha...". Los iquiqueños, a pesar de nuestra choreza, somos de lágrimas negras. El otro exilio, el duro, ese que te prohiben pisar las veredas de maderas es terrible. No solo te duele Chile. Es más. Te duele Iquique. ¡Y ese sí que es dolor! Iquiqueños por el mundo son como cazadores recolectores que se juntan frente al fuego, para acordarse de la historia larga del puerto. El 21 de mayo de 1879, el 21 de diciembre de 1907, los 16 de julio de cada año en la que se le cantan a la Virgen del Carmen, no a la oficial, sino a la China, el 10 de agosto al Lolo, en el pueblo de Tarapacá. Súmele las gestas deportivas que son miles. La pelea de Godoy con Joe Louis, los iquiqueños basquetbolistas en la olimpiada de Londres, el gol de Jorge Robledo en Inglaterra, por ejemplo. Iquiqueños del mundo uníos...

Iquique es cosa seria aunque sus habitantes no parecen serlo. Obvio, en Iquique el carnaval dura todo el año. La cuarentena es el auto-exilio. La muerte no es más que la prolongación de la vida. El sueño de los vivos, es ser enterrados con banda de bronces, "cantando desde el puerto hasta Cavancha" tal como afirma nuestro himno.

Los nuestros se reconocen en cualquier parte del mundo. Andan diciéndoles a todos que son nietos de Wiracocha, compadres del Lolo e hijos de la China.

"Iquique es cosa seria aunque sus habitantes parecen no serlo. Obvio, en Iquique el carnaval dura todo el año".

Bernardo Guerrero J., Sociólogo"

Burbujas

Los niños primero

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No es entendible que en las calles los papás estén con mascarillas y sus hijos pequeños no. Si no es posible que los niños salgan protegidos, es mejor no arriesgarse por una compra que puede esperar.


Contactos

Debido al aislamiento social y temor de contagiarse en centros de salud, miles de niños aún no son vacunados por la influenza. Es importante apoyarse en los contactos que ofrecen los municipios para que la inoculación se efectúe en los domicilios.


Solidaridad

En medio del individualismo por la pandemia, es destacable que un grupo de voluntarios se haya acercado a los bolivianos varados afuera del consulado para ofrecerles un plato de comida. Es un ejemplo de que es necesario más solidaridad.

de nuestro archivo

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3 de mayo de 2000

Sobresaltado y conmocionado fue el despertar de madrugada de Genoveva Pinto y su grupo familiar, luego de que se enteraran de la rotura de la alimentadora de Essat, ubicada frente a su vivienda, en calle La Concordia 2011.

3 de mayo de 2000

"No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague", afirma el refrán y así lo comprobaron miles de iquiqueños que, horas o minutos antes de expirara el plazo, llegaron hasta los bancos para entregar su Declaración de Renta 2000.