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La arriesgada labor de los recolectores de basura durante la crisis sanitaria

Trabajadores de Cosemar dijeron que han reforzado las medidas sanitarias desde que inició la emergencia.
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Maycol Soto Rivera

Trabajan en turnos diurnos y nocturnos, muchos son jóvenes y otros con bastante experiencia, pero todos cumplen la función de mantener limpia la ciudad con el retiro de la basura domiciliaria. Labor que los mantiene alerta desde que comenzó la crisis sanitaria del COVID-19, para evitar algún contagio por su exposición permanente en las calles.

Jesús Pérez tiene 30 años. Estaba de vacaciones cuando comenzó la emergencia en Iquique, pero cuando le tocó volver a sus funciones, notó el cambio que tuvo la empresa donde trabaja, Cosemar, por la emergencia.

"Cuando llegué me di cuenta de que estaba todo mejor, había más implementos para mantenernos seguros por el coronavirus. Por ejemplo, tenemos el overol blanco que todos lo usamos y luego se desecha. Todos usamos mascarillas, hay compañeros que llegan a la central y tienen la posibilidad de bañarse con agua caliente, así que por ese lado bien. A mí me toca trabajar de día y la verdad es que antes no se usaba el overol, solo teníamos los guantes y la mascarilla, por ese lado nos sentimos seguros porque así evitamos cualquier tipo de enfermad y a su vez cuidamos a nuestras familias".

Pérez agregó que "la empresa nos pasa ropa para cada día, entonces para cuidarme después de cada trabajo me baño en la central, me cambio y llego limpio a casa, donde me ducho nuevamente. Mi familia se preocupa porque como trabajo en esto debo ir a todos lados y uno nunca sabe si en ese lugar hubo alguna persona contagiada o no, corremos riesgo, pero ya llevo como casi 10 años trabajando como pioneta y nunca he llevado una enfermedad a la casa".

Rubén Avendaño es otro trabajador de esta actividad, pero su rutina es distinta a la de su compañero. A diferencia de Pérez, que es pioneta (recolector de basura), trabaja como conductor del camión, por lo que se ducha llegando a casa. Su esposa lo ayuda a desinfectar la ropa.

"Cuando llego a mi casa me desvisto en el antejardin. Me saco la ropa, los zapatos y mi señora los echa a lavar de inmediato. Luego me ducho y quedo tranquilo. La verdad es que la empresa se ha portado bien, porque nos han brindado toda la ayuda para evitar el contagio del COVID-19 (...) Sí corremos riesgo cuando las personas no respetan nuestro trabajo y podemos lamentar accidentes, atropellos y distintas cosas de ese tipo".

Cosemar

El jefe zonal de Cosemar, Andrés Lillo, sostuvo que todos sus trabajadores fueron vacunados contra la influenza y hepatitis, como una de las tantas medidas preventivas que optó la empresa para prevenir el coronavirus. "Se reforzaron todos los elementos de protección personal, ya que además del uniforme que ellos utilizan se les entrega mascarillas reutilizable. Se entrega además caretas faciales, se implementó en los camiones de recolección estanques con agua para que se laven las manos y se les entregó jabón liquido, entre otras cosas".

116 personas trabajan en Cosemar siendo 85 de ellos los trabajadores que retiran la basura.