Falta de respeto
Definitivamente para los malos políticos que calientan asientos en distintos cargos de importancia en la capital, la gente de regiones somos considerados de categoría muy inferior al suyo al momento de defender sus intereses, necesidades y/o beneficios.
En tiempo de elecciones nos palmotean la espalda mientras nos ofrecen el oro y el moro, pasan los meses y les invade una amnesia oportunista y conveniente. Hoy por hoy, en atención a la situación de pandemia que nos afecta como país, hemos podido descubrir que Iquique ha sido considerado arbitrariamente y los ciudadanos bolivianos, prácticamente expulsados de la capital. Los han enviado de noche en buses, haciendo caso omiso de todo el protocolo sanitario existente y dispuesto.
Es indignante constatar que les importó nada que entre el grupo de 600 ciudadanos bolivianos que hasta la fecha han arribado a la ciudad, hayan niños, adultos mayores y mujeres embarazadas. Nada les importó a la hora de deshacerse de ellos y enviarlos a Iquique a hacer cuarentena.
Más de 20 de esas personas han dado positivo con COVID-19.
¿A alguien que no sea las autoridades de Iquique le importó? Absolutamente a nadie, ni siquiera al canciller boliviano, la cuestión era deshacerse del potencial foco de contagio que podía afectar a una de las comunas económicamente más acomodadas de la capital.
Iquique, con sus reducidos recursos, al no contar con un albergue con las condiciones necesarias para el efecto cuarentena, ha tenido que albergarlos en un colegio incrementando con ello la posibilidad de contagio entre los propios albergados.
De todos es sabido que Iquique está entre las cinco regiones con más carencia en el área de salud. Tenemos un único hospital con deficiencia en infraestructura y logística, condiciones que dificultan el actuar de sus trabajadores que, con un afán inconmensurable de hacer bien la tarea, despliegan esfuerzos titánicos por no fallarle a ningún paciente, contagiado o no, aún a costa de su propia seguridad.
El alza en cantidad de personas contagiadas desde que llegaron nuestros hermanos bolivianos, obedece única y exclusivamente al descriterio de quienes los enviaron a hacer cuarentena en esta ciudad que no cuenta con los medios logísticos ni económicos para tal efecto.
Todos nos merecemos respeto y consideración, pero con estupor constatamos que solo somos "servibles" en período de elecciones y/o para repartirse las jugosas ganancias que aportamos como zona franca.
Indignante y absolutamente repugnante la actitud adoptada por las autoridades de la comuna de Providencia, como asimismo de quienes son responsables y debían velar por el óptimo control de las barreras sanitarias, sin dejar de lado el inoperante y deficiente desempeño del canciller de Bolivia que le importó un carajo la seguridad de sus compatriotas.
No estamos dispuestos a que nos sigan basureando ni tratando como ciudadanos de cuarta categoría y con firmeza apoyaremos las decisiones del gobierno regional al momento de presentar las querellas pertinentes.
Haydee Zarate Bustamante