opinión un diálogo regional
Queremos aportar a
Chile y Tarapacá están sufriendo. Miles contagiados/as sufren el COVID-19, varios lloran a sus difuntos, demasiados teniendo hambre, violencia intrafamiliar, incertidumbre y angustia. ¿Qué hacer?, ¿cómo aportar para contener, apoyar, mitigar, sugerir propuestas y ser escuchados?
Surgen respuestas: ollas comunes, redes solidarias, iniciativas municipales, aportes empresariales e institucionales.
Pero necesitamos más diálogo y colaboración de todos/as, y no solo para la foto, sino para abordar en conjunto esta crisis y emergencia. Muchos/as han aportado, pero necesitamos movilizar a todas las organizaciones y ciudadanía.
Cómo hacerlo, quién o quiénes articulan y convocan a este diálogo y movilización regional, con la legitimidad y credibilidad que suscite la adhesión de todos/as. He ahí nuestro desafío.
¿Podrán ser nuestras autoridades regionales designadas que siguen lineamientos centrales estándares y que no necesariamente expresan las realidades y preferencias locales? ¿Qué poder tienen hoy nuestras autoridades locales y regionales electas para abordar esta situación de verdadera emergencia social?
¡Sí!, tenemos un grave problema. No contamos con poder regional y comunal para abordar adecuadamente esta crisis y también, por qué no decirlo, nuestro desarrollo. Necesitamos poder y autonomía para determinar nuestras propias respuestas. Este es nuestro dilema institucional.
Lo hemos dicho, Chile y Tarapacá, serán descentralizados o no podrán ser desarrollados.
Tarapacá necesita que todos sus actores dialoguen, hoy para abordar esta crisis, pero también mañana, para contar con autoridades que representen regionalmente a la ciudadanía y no al nivel central, por ello es fundamental garantizar la elección de gobernadores regionales en abril de 2021, otorgándoles las atribuciones y recursos necesarios y convirtiendo a los municipios en verdaderos gobiernos locales y no solo entes administrativos.
Nuestra región, nuestra gente, necesita que sus solicitudes sean atendidas y sobre todo entendidas. ¡A 2.000 kilómetros de distancia nuestras voces no han sido ni serán escuchadas nunca!
"Necesitamos poder y autonomía para determinar nuestras propias respuestas. Este es nuestro dilema institucional".
Julio Ruiz Fernández, Presidente, Capítulo Regional, Chile Descentralizado