La pandemia de coronavirus ha afectado en forma muy dura a Chile. Actualmente estamos en el séptimo lugar con más contagios por debajo de Perú, país que dejó la cuarentena total.

Si bien los números son alarmantes, las cifras parecen contradictorias si se comparan informes epidemiológicos y los reportes diarios.

Actualmente los fallecidos en el país según el reporte del día de ayer eran 5.575, no obstante el informe epidemiológico que se actualiza cada cuatro días y cuya última cifra es del 27 de junio es de 6.089 fallecidos, que si se le suman los sospechosos o probables de COVID-19 los decesos se elevan a 8.935.

En la región la situación no escapa a estas diferencias.

El informe de ayer, que se basa en los datos al 28 de junio la cifra de muertos es de 89, mientras que el informe epidemiológico, de un día antes, este número suma 18 casos más (99) y la cifra llega a 124 cuando se le adicionan los casos probables.

Si bien los datos del Departamento de Estadísticas e Información de Salud, con los que se elabora el informe epidemiológicos varía respecto al reporte diario, no solo es importante que se aclare bien el motivo, sino que es necesario que se entregue una cifra.

Actualmente lo más importante es que las personas entiendan en que el autocuidado es fundamental a la hora de controlar el virus, ya que independiente de nuestra conducta seguirá por mucho tiempo entre nosotros, pero depende de cada uno que este se mantenga sin colapsar nuestras redes asistenciales.

Por lo anterior, es necesario una unificación de cifras que den señales de confianza a las personas, ya que sin esta, es difícil que se logre la aceptación de las medidas restrictivas.

Tarapacá lucha hace 45 días en una cuarentena y las autoridades han debido tomar medidas cada vez más restrictivas, las que en la última semana han tenido mejores resultados, sin embargo, no es tiempo de relajo sino de seguir trabajando.

Si bien en el caso de este virus son pocas las certezas, lo esperable es que las cifras comiencen a descender poco a poco. Para que eso sea posible se requiere el compromiso de toda la sociedad.

"Es necesario una unificación de cifras que den señales de confianza a las personas".

Si se analiza las tasas de crecimiento del PIB en América Latina y caribe publicadas por el Banco Mundial a precios actuales, de un año con respecto a otro, es posible apreciar que la Región desde el 2012 al 2018, datos disponibles a la fecha, ha tenido un crecimiento entre el 2,8 y - 0,3 %, muy lejano del crecimiento experimentado en el quinquenio del 2004 al 2008, que varió entre el 3,9% al 6,3%. En este contexto de tasa de crecimientos distintas, es conveniente analizar que ocurre con el entorno internacional de Tarapacá.

Respecto de los antecedentes existentes asociados a Chile, Perú, Bolivia, Paraguay, Brasil y Argentina se puede analizar que el crecimiento ha sido reducido, especialmente por las variaciones que experimentó Brasil debido a su gran tamaño relativo en relación con los países estudiados concernientes a la macrozona, ésta, ha tenido fuertes variaciones anuales del PIB, arrojando una tasa de crecimiento promedio para toda la macrozona de 2,2% para el período 2012 al 2018.

El país que más ha crecido es Bolivia que según el Banco Mundial, ha tenido un crecimiento promedio de 7,8%, luego le sigue Perú con 3,9%, Paraguay con un 2,9%, Chile 2,6%, Argentina 0,3% y Brasil con -3,8%.

Por lo que se puede apreciar, los últimos años de la década pasada no fueron auspiciadores de crecimiento. No obstante, si se aprecia con la actividad comercial más importante de Tarapacá la variación del crecimiento anual de ventas de ZOFRI para igual período fue de -0,4%, lo que implica que su desempeño relativo ha sido menor con los principales países del entorno económico.

De acuerdo con los efectos que se ha tenido por el COVID 19, las tasas de crecimiento van a ser negativas muy cercanas al 7% como caída en el presente año, y con un mayor gasto fiscal que ha ido en subsidios de las familias y empresas para soportar los efectos sociales y económicos de la pandemia, lo más probable que al final de esta crisis sanitaria las condiciones productivas en términos del PIB sean muy similares a las del año 2010.

En la medida que se encuentre una vacuna que permita a volver a las condiciones de productividad de productos y servicios anterior a la pandemia, se podría estimar una recuperación a partir del 2021, sino se encuentra esta solución sanitaria universal, se deberá reconocer esta nueva normalidad de actividad productiva que afectará a la sociedad en general a una tasa menor de crecimiento.

"... las tasas de crecimiento van a ser negativas muy cercanas al 7%".

Dr. Héctor Varas M., Académico UNAP

En esta pandemia debemos ser mucho más cuidadoso con el manejo de nuestros desechos domiciliarios. Prefiramos las mascarillas reutilizables y evitemos generar tanto desecho que en un futuro irá a parar al mar.

Falta de controles

Si bien durante la semana los controles son bastante frecuentes en las calles de Iquique, los fines de semana son escasos, sobre todo en feriados, ni siquiera son visibles en la costanera. Aunque los funcionarios deben descansar, debe existir la fiscalización.

Venta en condominios

En estos tiempos el delivery es visto como positivo para no generar aglomeraciones, ahora también es común ver camiones de verduras que se instalan en los condominios, donde se generan similares condiciones a las de ir a comprar a un centro comercial.