La Unesco define la educación y formación técnica y profesional (EFTP) como "parte de la educación que se ocupa de impartir conocimientos y destrezas o capacidades para el mundo del trabajo". Se trata entonces de conocimientos y destrezas para ejercer labores de gran importancia para el desarrollo del país y para la calidad de vida de todos.

La pandemia por la cual atraviesa nuestro país y el mundo, nos ha dejado en manifiesto y ha destacado el rol fundamental que han ejercido las y los técnicos en las diferentes áreas.

Sin duda son el motor necesario para el funcionamiento no solo del sector industrial, sino también de servicios y salud.

En la emergencia sanitaria por la que atraviesa el mundo, el sector técnico ha aportado en sus distintas especialidades, ya sea en operaciones, en mantenciones, distribución, coordinación y qué decir en salud.

Si bien el rol de los trabajadores técnicos es preponderante en todo rubro y en todo momento, ha sido en esta emergencia -en la que por seguridad nos hemos visto restringidos de las labores presenciales y en la que se ha potenciado el teletrabajo- donde la función del técnico ha sido clave.

El país requiere de técnicos (as) preparados, comprometidos y dispuestos a adaptarse a los cambios que como sociedad debemos enfrentar de manera permanente.

La función que ejercen ellos (as) es vital…si, vital, porque de un buen trabajo desarrollado -un trabajo seguro- dependen hoy muchas vidas.

En el norte, principalmente en nuestra región, y en particular en el CFT Estatal de Tarapacá, estamos trabajando para formar a las y los técnicos que la región necesita.

Hoy más que nunca debemos destacar el rol que cada uno de ellos ejerce, valorar su entrega y solidaridad en mantenerse al día con sus labores, colaborando con ello no solo al desarrollo de la región, sino al bienestar de cada uno de nosotros. A todos (as), muchas gracias por su esfuerzo.

"Sin duda son el motor necesario para el funcionamiento no solo del sector industrial, sino también de servicios y salud".

Jorge Villegas Ahumada, rector, CFT Estatal de Tarapacá

Es un hecho que el actual sistema de pensiones no está cumpliendo el objetivo para el cual fue creado. Hoy cerca de un millón doscientas mil personas reciben pensiones gracias al Pilar Solidario, o sea para ese gran porcentaje de la población, las AFP no lograron cubrir una pensión mínimamente digna. En ese sentido, no es de extrañar que muchos prefieran retirar el 10% de sus fondos y al jubilarse, acogerse al beneficio que el Estado entrega.

El Chile actual sufre una evidente desafección respecto de este tema: cuesta entender que, pese a que los dineros en las AFP sean nuestros, no los podemos tocar hasta nuestra vejes, hecho que se suma a que gran parte de la ciudadanía no tiene visualizado en su horizonte la jubilación y, por último, casi nadie cree que va a acceder a una pensión digna; entonces evidentemente surge la pregunta de para qué estoy ahorrando. Siendo así, pareciera lógico el retiro del 10% de nuestros fondos previsionales, pero la situación no es tan simple.

Partamos por el hecho de que el Estado no está en condiciones de cubrir pensiones solidarias para toda la población, no fue el principio que inspiró dicha reforma legal; por lo mismo, si el acuerdo será retirar esos fondos, hay que establecer una fórmula para su reintegro, que requerirá de compromisos compartidos entre los cotizantes y el Estado. No puede ser el afiliado quién asuma todo el costo por una situación completamente ajena a él, pero tampoco las arcas fiscales alcanzan para reintegrar onerosamente dichos fondos.

Ante ello y frente al escenario que se avecina, es momento de sincerar cómo recuperar ese 10%: una opción es incrementar la edad de jubilación en al menos dos años, otra diseñar un fondo solidario Estado/empleador o una especie de nuevo bono de reconocimiento. Lo claro es que, a diferencia del Éxodo, acá el "maná" no caerá del cielo.

Felipe Vergara

Analista político Unab

De todo ha pasado, ellos se han tirado con lo que tengan a mano, por la discusión, aprobación del proyecto que permite retirar el 10% de los fondos que tiene acumulado cada trabajador, pero lo más interesante es que ellos, son los parlamentarios, las autoridades de gobierno, los panelistas con cargos vigentes o en receso, los expertos en estos temas y afines, quienes se han dado con todo, pero la pregunta por los fondos totales ahorrados que tienen ellos sería...

¿Ellos, se verán afectados, cuando jubilen con el retiro del 10%, si las cosas no resultan como lo creen, y las pensiones que reciban la gran mayoría de los chilenos y chilenas sean iguales o más exiguas que las actuales, se verán afectadas, o esa posibilidad, la dan por descontada, pase lo que pase, por sus fondos ahorrados?

Luis Soler Milla