Cumplirá su manda desde casa, tras 23 años lanzando globos a la Virgen
Francisco Heredia partió cuando tenía casi diez años inflando globos y lanzando challa cuando la Carmelita salía en procesión desde el Santuario de La Tirana.
De niño inflaba globos con un bombín, pero ahora lo hace con un compresor. Este 2020 Francisco Neira cumpliría 23 años lanzando globos y challa desde el balcón del santuario de La Tirana, justo cuando sale la figura de la Virgen en su procesión. La pandemia del COVID-19 frenó esos planes, sin embargo él ya está preparado para cumplir su tradición, aunque de otra manera.
Neira cuenta que se han preparado en el hogar con la imagen de la Carmelita en un altar, el que van a llenar de globos y challa, pues también hicieron una réplica del Santuario de La Tirana junto a su hermano Mario, quien diseñó la estructura. Él la decoró: "Surgió la idea de hacer algo bonito para la Virgen, una réplica del frontis del santuario en la entrada a la casa. Por la noche está iluminado y en el día con música".
Cuenta que verán la Víspera en familia, compartiendo un chocolate, como tradicionalmente lo hacen en el pueblo, pero desde el hogar.
Recuerdo familiar
Francisco Neira recuerda que la historia partió con su abuela Raquel Rojas, cuando él tenía casi diez años. Ella fue fundadora del baile "Promeseros del Carmen" y una centinela los invitó al balcón, siendo él solo un niño, para ayudar en el lanzamiento de challa y arroz. Al año siguiente repitió la experiencia. Dice que le tomó cariño. Lo que partió como tradición, se transformó en manda, afirma.
"Ahí nació mi amor por la Carmelita. Mi familia es de bailes, mis sobrinos bailan, mis papás bailaron, mis hermanos bailan, entonces siempre fue un lazo y una manera de agradecerle a la Virgen todo lo que me entregaba en el año. Siempre fue por agradecer, aunque le he pedido salud y bienestar para mi familia", relata.
Agrega que luego la Iglesia también comenzó a realizar la bendición de los globos, antes de ser lanzados por el balcón.
No se corta el lazo
A sus 33 años, no es la primera vez que Francisco debe suspender la manda desde el balcón del templo en La Tirana. En 2009 no pudo hacerlo pues la gripe A H1N1 también complicó la celebración. Ese año, sin embargo, hizo lo mismo, pero desde la Catedral de Iquique, donde se celebró la fiesta religiosa.
En 2015 y 2018 no se le permitió hacerlo desde el balcón ya que la estructura estaba en mal estado. Esperó la procesión en la casa que su familia tiene en La Tirana y lanzó los globos al pasar las figuras de la Sagrada Familia: San José, Jesús Nazareno y la Virgen del Carmen.
"Es un dolor grande no asistir a la fiesta. Al igual que los bailes religiosos que se preparan todo el año, yo he aprendido a ahorrar para comprar una gran cantidad de globos, con nuestros amigos picamos harto papel meses antes de la fiesta. Toda esa preparación no se pudo hacer. En 2009 por la (gripe) porcina tampoco se pudo realizar en el pueblo, pero sí cumplí la manda desde el balcón de la Catedral. No he cortado el lazo de la manda, se ha cumplido de diferentes formas", afirma Francisco.
El joven confiesa que este año "la admiración que uno hace a la Virgen María es estar siempre con fe a los pies de su hijo, mantener la esperanza de que esta pandemia en algún momento terminará. Siempre estaremos ligados a su protección. Quienes creemos en ella nos protegemos bajo su manto. Es algo doloroso no estar en el pueblo, pero la fiesta se hace más fuerte y más sólida, por tener fe en ella y saber que nos podremos encontrar en 2021".