Patricio Iglesias P.

La Tirana y sus calles lucieron ayer sin gente, con un largo silencio y su explanada vacía, la misma que hace 360 días atrás tenía más de cien mil personas y otras más en la zona periférica del pueblo.

No hay celebración en el templo porque la pandemia de COVID lo impidió, pero sí en los miles de hogares de Tarapacá, donde los fieles de la Chinita se conectaron siguiendo la señal on line del Obispado de Iquique y a través de la página del santuario o siguiendo el canal municipal de Iquique.

El mensaje central del obispo de Iquique, monseñor Guillermo Vera, versó en el hecho de que los fieles no pudieran subir al sanntuario y los esfuerzos, dolores y tristezas que la comunidad regional y nacional han debido afrontar con la pandemia, que tiene en Tarapacá una alta cifra de contagiados.

Mensaje

El obispo Vera destacó que "es importante invitar a los fieles a una confianza grande en Dios y la Virgen, después de esta situación de pandemia que estamos viviendo, que es dolorosa, que nos afecta, que a todos nos ha quitado seres queridos".

Para el prelado, quien ofició anoche la misa de vispera del 16 de julio, que fue transmitida on line, la pandemia y sus efectos "es una situación de la que debemos aprender y valorar, tantos gestos de generosidad y creatividad que han ido surgiendo alrededor nuestro".

El mensaje está extendido tanto para los enfermos afectados por COVID, los equipos médicos que han dispuesto su tiempo para atender a los pacientes, quienes trabajan en los controles sanitarios y todos quienes en un período de crisis han mostrado su solidaridad, gestos que el obispo valoró y que la Virgen, destacó, " refuerza esos valores entre los devotos".

"Hay que valorar como la gente se esforzó en vivir con responsabilidad esta fiesta tan diferente. La mayoría ha hecho caso y está en sus casas, ha preparado y celebrado", expresó Vera.

Confianza

Llamó a creer y "colocar toda nuestra confianza en la bendición del Señor y de la Virgen sobre nuestra vida, y a no dejarnos vencer por la adversidad, por el pesimismo de esta pandemia, sino aprender a mirar las cosas buenas que van surgiendo, que aparece lo mejor del ser humano al servir, aprovechemos esta coyuntura de no olvidar que nos necesitamos unos a otros, que tenemos que ser capaces de ayudarnos a sentir con el otro".

Para el obispo de Iquique, la pandemia ha mostrado el surgimiento de muchos gestos de generosidad, "muy creativos, gente que lo está pasando igual de mal, pero deja de pensar en sí misma, sino en el otro y ve cómo poder ayudar. Hay muchas luces en medio de esta oscuridad".

Bailes

Guillermo Vera agradeció el compromiso de los bailes religiosos no solo en con la Virgen del Carmen de La Tirana, sino que con la comunidad: "Fueron responsables desde un primer momento. En una reunión decidieron que este año 2020 no había fiesta de La Tirana por el COVID-19. Con lo importante que es para ellos La Tirana, con lo que significa en su vida, sin embargo ellos se dieron cuenta que debían ser responsables con la vida del prójimo. Por eso antes que se anunciara no se haría la fiesta, ellos dijeron que no iban a subir y eso lo valoro enormemente. Ellos demostraron su fe ofreciendo el dolor que significa no haber ido a La Tirana, pero lo ofrecen con el objetivo de terminar pronto esta pandemia para retornar al santuario".

Para las personas enfermas, quienes se encuentran sin trabajo "procuramos estar cerca de las personas que han perdido seres queridos, estar cerca que van sufriendo. Nos unimos a tantas instituciones que están queriendo servir, tendiendo la mano. Debo declrles que no perdamos ni la confianza ni la esperanza, de este dolor debemos salir fortalecidos todos. Aquellos que están sufriendo y han sufrido que sepan que no están solos. Vencer es tarea de todos, cada uno aportando un poco puede llevar esperanza", recalcó el obispo Guillermo Vera.

"Hay que valorar como la gente se esforzó en vivir con responsabilidad esta fiesta tan diferente. La mayoría ha hecho caso y está en sus casas, ha preparado y celebrado".

Monseñor Guillermo Vera, obispo de Iquique