El Chile post pandemia
¿Cómo será nuestro país después del coronavirus?, es claro que Chile no será el mismo.
Que un sector de la clase media caerá en la pobreza, que muchos pobres serán aún más pobres, y que incluso los ricos se verán tocados, por lo que estarán menos dispuestos a invertir.
En este contexto se ha instalado con más fuerza que nunca una idea de país. Los chilenos están demandando una sociedad que se enfoque en la cooperación antes que en la competencia y en que el Estado se vuelva a hacer cargo de áreas sensibles que habían quedado a cargo de la iniciativa privada. Un país que realmente de igualdad de oportunidades.
Por eso la frase "volver a la normalidad" incluso se ve con resquemor. Volver a la normalidad no puede ser volver a un modelo donde hay educación para ricos, otra para la clase media y otra para los pobres; donde los mayores riesgos ante las crisis se lo lleva la clase media y los más vulnerables; donde no hay un sistema que garantice pensiones dignas; y donde hay que endeudarse por décadas para acceder a un título universitario, entre otros problemas.
La pandemia nos mostró problemas que siempre estuvieron ahí, como la precarización laboral y el alto endeudamiento. También nos mostró que nuestro desinterés en la democracia nos iba a pasar la cuenta en algún momento. El resultado, como se viene viendo desde octubre pasado, es una desconfianza general en las instituciones y falta de liderazgo, que ahora en medio de la pandemia, nos pesa más que nunca.
La única manera de salir bien de esto es con diálogo y acuerdos. Los mismos diálogos y acuerdos que necesitaremos una vez sobrevivamos la pandemia, para reactivar económicamente, pero también para construir un país más equitativo. Queda la incertidumbre respecto a si esta demanda por un país más equitativo se sostendrá en el tiempo y se traducirá en una mayor participación. Es que un punto de partida para cualquier cambio es la participación en las elecciones. Cabe recordar que nuestro nivel de abstención es de casi dos tercios de la población. Es difícil hacer cambios si ni siquiera vamos a votar.
"El resultado, como se viene viendo desde octubre pasado, es una desconfianza general en las instituciones y falta de liderazgo".