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-Bueno, hay mucha gente que no tiene saldo suficiente.
-Hay gente que tiene suficiente fondo para hacer un retiro y al sacar una parte eso va a tener un impacto cero en su pensión futura. Porque seguramente, lo saque o no lo saque, va a tener una pensión solidaria. El ministro (Briones) lo dijo, no sé cuánto porcentaje de la gente tiene menos de cinco millones en su cuenta, entonces en teoría podría retirar un millón, pero si no lo retiran, tampoco les va a servir para tener una mejor pensión. O va a variar en dos o tres mil pesos.
-Se ha cuestionado el nivel del debate en el Congreso. ¿Coincide?
-Ha habido de todo. Hoy mismo (viernes) en la Comisión de Constitución del Senado ha habido excelentes intervenciones. Como la del senador (Álvaro) Elizalde, de gran nivel tanto jurídico como económico. También ha habido otras bastante pobres y otras provocadoras. De todo hay en la viña del Señor. Algunos se han dedicado a amenazar a los que aprueben el proyecto. Esas cosas evidentemente no sirven, pero son propias de todo debate. En cualquier parlamento del mundo hay buenas y malas intervenciones. El ninguneo de la política no corresponde en este caso.
-¿Y las reacciones como la de diputada Pamela Jiles?
-Fue casi pintoresco, tampoco voy a hacer demasiado escándalo por eso. Fue divertido. A lo mejor alguno necesitaba reírse en ese rato.
-¿Cómo evalúa la gestión del Ejecutivo y su Comité Político?
-El régimen es presidencial y los ministros en general hacen lo que hace el Presidente o lo que dice este. Ahora, en este caso ellos no han tenido mucha oportunidad de hacerlo mejor. Desde el punto de vista económico evidentemente hay muchos argumentos. Pero el argumento fundamental es humanitario. Y por eso es muy difícil convencer que voten en contra a quienes creen en ese argumento, que son la mayoría.
-Es justamente el argumento de los oficialistas que apoyan el proyecto.
-Claro, porque estamos en pandemia. Esta crisis no se vivía hace 100 años. Yo creo que la gripe de hace 100 años no afectó a tanta gente como hoy. Cuando esto ocurre es como una tragedia familiar. Alguien tiene un niño enfermo y no tiene cómo curarlo, entonces hace colectas, pide plata, empeñas los muebles, vende sus joyas, saca sus ahorros y todo el mundo lo compadece. ¿Por qué no lo compadecen ahora?
-¿Es esta una buena oportunidad de discutir el sistema de pensiones?
-En realidad, no tenemos un sistema de pensiones: es un sistema de ahorro obligatorio. Es una diferencia con las isapres, que usted puede elegir entre ellas o Fonasa. Acá uno no elige y tiene que poner la plata en una cosa que se llama Administradora de Fondos de Pensiones. Este sistema hay que transformarlo. Porque en Chile a mucha gente no le da lo que gana en Chile, porque los sueldos son muy bajos. Las bajas remuneraciones que hay en Chile no le dan para participar en el sistema, entonces hay que cambiarlo. Hoy el ministro lo citó: que la mayor cantidad de gente va a jubilar con muy poca plata porque tiene muy poca plata. Eso es un reconocimiento de que el sistema es un desastre.
-¿Por qué ha demorado tanto el debate de este sistema?
-Como país hemos progresado mucho en mejorar la condición de mucha gente que ha salido de la pobreza. El promedio de ingreso en Chile es de 23 mil dólares al año. ¿Dónde está el señor que gana exactamente eso? Saliendo del primer decil, entonces por debajo queda mucha gente. Hasta hace poco tiempo la economía crecía fuerte y por lo tanto había personas con muy bajos ingresos, pero podían trabajar dos o tres por familia y hasta tenían una vida razonable. Pero esto lo dije en la OEA, que valía para toda Latinoamérica: basta que uno se enferme, o se jubile, que lo asalten o a otro lo echen de su empleo para que la economía familiar se derrumbe. Y que se vaya debajo de la línea de la pobreza. Y ahora pasaron todas esas cosas juntas.