Histórico desempleo
El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) dio a conocer ayer que el desempleo en Tarapacá escaló a 12,7% en el trimestre abril-junio, ubicándose incluso por sobre la tasa nacional de 12,2%. Muchos ya habían anticipado que la desocupación superaría los dos dígitos, por lo que la noticia solo terminó por ratificar la crisis económica que enfrenta el país.
De acuerdo a los datos aportados por el INE, corresponde al valor más alto desde la década de 1980 y se traduce en la destrucción, a nivel nacional, de 1.780.000 puestos de trabajo en un año. En el plano regional la situación no es menos preocupante, toda vez que en doce meses se perdieron más de 51 mil empleos.
La crisis generada por la pandemia del coronavirus generó que 12 de las 16 regiones del país registraran tasas de desocupación por sobre el 10%. El informe reveló que la mayor tasa de desempleo la alcanzó Coquimbo (14,7%), seguida de Valparaíso (13,4%), O'Higgins (13%), la Región Metropolitana (12,8%), Tarapacá (12,7%), Antofagasta (12,4%) y Los Ríos (12,3%).
La tasa incluso sería mayor, ya que miles de personas se han acogido a la Ley de Protección del Empleo, por lo que pese a tener sus contratos suspendidos no se incluyen en esta estadística. Sin embargo, ese grupo también ha sufrido una baja considerable en sus ingresos.
Pero más allá de las cifras, el informe termina por reafirmar el complejo escenario económico que enfrentan miles de familias, quienes han perdido sus fuentes laborales y deben lidiar a diario con la necesidad de llevar el sustento hasta sus hogares. A eso se suma una extensa cuarentena que ayer inició su duodécima semana y que -aunque es indispensable para superar la crisis sanitaria que hoy por hoy nos aqueja- termina por agravar todavía más el problema.
Los ministros de Hacienda y Economía expresaron que la prioridad del Gobierno será recuperar el empleo, algo que seguramente no será una tarea fácil y demandará el compromiso de todos los sectores políticos.
Sin duda el desafío será tremendo y la ciudadanía necesita que la clase política esté a la altura, dejando a un lado sus válidas diferencias y trabajando en fórmulas que permitan devolver la tranquilidad a millones de chilenos que no lo están pasando bien. Urgen soluciones y no ciegas disputas.
"El informe termina por reafirmar el complejo escenario económico que enfrentan miles de familias".