Llamado a la unidad
Como todos los años, el mensaje presidencial en la cuenta pública no dejó a todos conformes y como es natural la oposición realizó sus críticas, esta vez, exigiendo que Sebastián Piñera reconociera "los errores cometidos en los últimos nueve meses de su gobierno".
Más allá de esta solicitud, que viene desde partidos específicos que tampoco han hecho lo suficiente como para estar en posición moral para hacer estas exigencias, lo importante es que el país no se estanque en disputas de la elite política y avance a construir un futuro de mejores condiciones para la mayoría de los chilenos.
Piñera afirmó que "estos últimos nueve meses han sido muy difíciles y exigentes para todos y han sido también extraordinariamente difíciles y exigentes para mí". Además llamó a "ser capaces de levantar la vista" para impulsar "urgentes y necesarias reformas". Pidió dejar atrás las "rencillas destructivas", pues "una casa dividida no puede prevalecer. Un país dividido no puede avanzar".
Este llamado presidencial sin duda debe hacer sentido no solo en los partidos políticos, sino también en toda la ciudadanía como la mejor forma de enfrentar una crisis que ataca en todos los sectores y que solo se puede afrontar desde la solidaridad.
Tarapacá no es la excepción, por lo mismo es importante que también desde todos los sectores se pueda aportar a afrontar esta crisis, que además de los efectos sanitarios, cala hondo en la economía de miles de hogares.
Hoy muchos habitantes de la región están en malas condiciones económicas y si bien las ayudas del Estado y el aporte que significará el 10% de la AFP pueden ser una ayuda, las personas requieren trabajo, para lo cual se necesita recuperar la economía y volver lo más pronto posible a una relativa normalidad.
Chile en general, pero también Tarapacá, necesitan vencer la pandemia, pero para ello hay que dejar de buscar beneficios políticos. Hoy es momento de pensar en las miles de personas que están sufriendo en cuarentena y que seguirán pasándolo mal cuando esta termine sino se piensa en el futuro.
Hace meses que el país expresó su descontento con la labor que ha desarrollado la clase política. Es hora que prime el diálogo y queden atrás las disputas que poco y nada aportan.
"Hoy es momento de pensar en las miles de personas que están sufriendo en cuarentena y que seguirán pasándolo mal".