La pandemia del coronavirus ha provocado una caída devastadora del turismo y sus áreas afines en prácticamente todo el mundo. El cierre de las fronteras, los riesgos asociados al desplazamiento de personas y la evidente debacle económica de casi todos los sectores terminaron por generar una tormenta perfecta en la industria.

Y aunque en el ámbito regional una parte de la hotelería ha logrado hacer frente a este escenario con la implementación de las residencias sanitarias y los servicios demandados por las empresas mineras, es claro que el movimiento es bastante menor al de una temporada normal.

Según un informe del Ministerio de Economía sobre los efectos del Covid, de las 266 empresas locales registradas hasta julio en el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), solo 56 se mantenían operando. El mismo documento precisaba que en el área gastronómica -fuertemente ligada a la actividad turística- la situación era todavía más compleja y se registraba una caída del 90% en las ventas.

No cabe duda que para Tarapacá es una situación que inquieta, sobre todo cuando en las últimas décadas la región ha buscado posicionarse como un polo de desarrollo turístico tanto a nivel nacional como internacional. En esa línea, grandes, medianas y pequeñas empresas de la zona representan un importante movimiento económico y generan una parte no menor de los empleos.

Pensando en la esperada reactivación, el Ministerio de Economía, la Subsecretaría de Turismo y Sernatur diseñaron un protocolo de manejo y prevención para minimizar el riesgo de contagio en la industria turística. Sin duda es un paso importe que debe ser analizado a nivel local desde el ámbito público y privado, de modo que la región logre convertirse en una alternativa que dé la máxima seguridad a los futuros visitantes, quienes probablemente darán una alta valoración al tema sanitario una vez que comience a declinar la pandemia.

Aunque todavía no termina la cuarentena, es indispensable que se siga avanzando en estrategias que permitan liderar este proceso, para que el desarrollo del turismo en Tarapacá no alcance una involución de décadas, como algunos ya han planteado.

"Que la región logre convertirse en una alternativa que dé la máxima seguridad a los futuros visitantes".

En economía no se le puede torcer la nariz a las percepciones. De allí que muchos expertos aseguran que Chile tiene muy mal pronóstico en su política económica social.

Estos especialistas concluyen que la insurrección social planificada y organizada por la subversión nacional y financiada desde el exterior, es una peste que antecede a la pandemia, y que en conjunto han hecho colapsar a Chile, que ya no volverá a ser política, social ni económicamente, el país que era hasta antes del 18 de octubre.

Para llegar a este escenario debieron transcurrir más de 20 años durante los cuales aquellos interesados en limitar la libertad de las personas repitieron incesantemente que Chile es un país intolerable, injusto, desigual, inmoral, abusivo, etc. Lo repitieron los políticos, académicos, intelectuales, activistas sociales, celebridades del mundo del espectáculo y con eso fueron horadando -progresivamente- el apoyo al sistema de economía de libertad de emprendimiento que permitió el éxito de Chile. Y, si hubo un ganador, ese fue el resentimiento social y la violencia de quienes lo predican y lo practican, que impidió la posibilidad de argumentar sobre la necesidad de profundizar aquellas instituciones que nos estaban permitiendo alcanzar el añorado desarrollo. Repetir incansablemente que no hay nada que rescatar del actual modelo es parte de una estrategia fundada en que las ideas determinan el curso de la evolución social y política de las naciones, y de ahí un paso al abismo de la incertidumbre.

En definitiva, un relato que esconde datos destronó la realidad, y los chilenos no supimos valorar lo andado, llegando a este escenario. Se conocen los números de la economía del país que permiten afirmar que nunca más volverá a ser lo que fue, en otras palabras, que seremos un país más pobre, con menos emprendedores, trabajo y bienes, salvo que despertemos y reconozcamos la necesidad de promover, fomentar y cuidar el libre emprendimiento creador de riqueza. trabajo y bienestar, y todo lo que ello conlleva.

"Se conocen los números de la economía del país que permiten afirmar que nunca más volverá a ser lo que fue..."

Max Barrera, presidente, Asociación Usuarios Zofri A.G.1

Pese a la cuarentena y el cierre de calles, varias calles del sector centro de Iquique siguen repletas de vehículos estacionados. Sin duda, eso refleja que muchas personas siguen desplazándose por la ciudad.

Controles

A simple vista se observa una baja en los controles. Incluso en centros de abastecimiento la labor de chequeo de permisos la están realizando solo guardias privados. Sería bueno notar más presencia, sobre todo este fin de semana. Ojalá no crezcan los contagios.

Distanciamiento

Hay que seguir haciendo esfuerzos para incorporar la cultura del distanciamiento social en algunas personas. El mundo científico y la autoridad han manifestado miles de veces que es una de las medidas más efectivas para evitar contagios. No lo olvide, es importante.