OPINIÓN
Un nuevo "Pequeño Paso"
Ya sea por objetivos egoístas u otros más altruistas, durante el último siglo, el conocimiento científico y tecnológico ha tenido un crecimiento exponencial.
Un ejemplo clásico de esto vio la luz el 16 de julio de 1969 con la misión Apolo 11, donde Mike Collins, Neil Armstrong y Edwin Aldrin llegaron a orbitar la Luna con un cohete Saturno V, para luego descender a suelo Lunar. Esta misión marcó un hito único al romper los límites de la humanidad, hazaña que solo se replicó 5 veces, siendo la última en diciembre de 1972 con el Apolo 17.
Todo se inició con un "Pequeño Paso", como lo dijo Neil Armstrong. Aunque todos hayan oído del programa Apolo, lo que muchos desconocen es el trabajo previo hecho por un equipo de casi 400.000 hombres y mujeres que enfocaron su tiempo y conocimiento para el éxito de este programa.
Uno de muchos nombres es el de Margaret Hamilton, quien escribió el código de navegación que hizo posible el viaje a la Luna. Junto a ella estuvieron cientos de otros jóvenes científicos que potenciaron el programa espacial desde los años sesenta.
Esta y otras misiones no solo significaron un progreso tecnológico en la aeronáutica, sino que también un sinfín de avances tecnológicos en las comunicaciones, salud, alimentación, seguridad, entre otros.
Ahora que estamos aportas de una nueva era espacial, con las recientes misiones a Marte - Hope Mars, Tianwen-1 y Perseverance - y con el reinicio de las misiones tripuladas de la NASA, que culminará con el regreso del hombre, y la primera mujer, a la Luna con el programa Artemis, es difícil imaginar los grandes avances tecnológicos que traerá a la humanidad. La ciencia y tecnología crece de forma acelerada, y en nuestro país no es diferente o no debería ser diferente. Sin embargo, ese crecimiento debe ir de la mano con un desarrollo de políticas públicas que apoyen a nuestros científicos y científicas de forma eficiente, con un criterio ético estricto y, además, con las condiciones materiales adecuadas. Un nuevo "Pequeño Paso" puede llevar a la humanidad a ese Gran Salto que nos proyecte a la siguiente revolución científica, similar a lo que fue la revolución corpernicana del siglo XVI, pero esta vez con un impacto a escala global.
"Ese crecimiento debe ir de la mano con un desarrollo de políticas públicas que apoyen a nuestros científicos y científicas".
Pablo E. González Villarroel, astrofísico Universidad de Tarapacá. Par Explora Tarapacá.