La primera vacuna china inscrita la lidera la Terminator del Ébola
El fármaco creado por el grupo de Che Wei ha tenido buenos resultados en cobayos y la han recibido militares. México, en tanto, pidió actuar sin ideología y se ofreció para recibir polémico remedio ruso.
Leo Riquelme
El consorcio formado por la Academia de Ciencias Militares de China y la empresa CanSino Biologics se convirtió ayer en el primero que inscribe oficialmente una vacuna contra el coronavirus en ese país.
Se trata del primer medicamento que logró en marzo la aprobación para iniciar sus estudios clínicos en la nación, que tiene tres de los seis proyectos científicos más avanzados para llegar a una cura para la pandemia, según ha catastrado la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque este proyecto está en dicho grupo, el trámite se efectuó sin que todavía comience la fase 3, que involucra las pruebas masivas en humanos. Pese a ello, medios locales aseguran que se aplicó en efectivos del Ejército a fines de junio con buenos resultados.
La líder de la investigación es Chen Wei, epidemióloga y supervisora de doctorado en la Academia Militar de Ciencias Médicas, quien es conocida en el mundo científico como la "Terminator del Ébola" porque en 2014 creó la primera vacuna para combatir el brote de ese virus en África Occidental.
Antes, durante el brote de síndrome respiratorio agudo grave (SARS) que afectó a China en 2003, desarrolló un aerosol que permitió que alrededor de 14 mil trabajadores de la salud de ese país no contrajeran la enfermedad.
Ante estos logros el presidente Xi Jinping le otorgó en 2015 el rango militar de general mayor.
La experta comenzó a trabajar en la vacuna el 26 de enero y cuando anunció el avance de su trabajo, en marzo, Chen Wei dijo que "la epidemia es como una situación militar. El epicentro equivale al campo de batalla".
"La vacuna es el arma científica más fuerte para acabar con el coronavirus (...) Si China es el primer país en inventar tales armas y tiene nuestras propias patentes, muestra el progreso de nuestra ciencia y la imagen de un país gigante", añadió en esa ocasión.
"sin ideologías"
La inscripción de la patente se hizo ayer ante la Administración Nacional de Propiedad Intelectual china. Según el resumen publicado por el Diario del Pueblo, y difundido por la agencia estatal Xinhua, la vacuna "muestra una buena inmunogenicidad tanto en modelos de ratón como de cobayo y puede inducir una fuerte respuesta inmunitaria celular y humoral en un corto período de tiempo. Se puede producir rápidamente a gran escala para hacer frente al brote de la epidemia".
De acuerdo a lo que han indicado sus encargados, utiliza un adenovirus modificado como vector para lograr una respuesta inmunológica contra el SARS-Cov-2, y en las fases 1 y 2 habría mostrado seguridad y eficacia.
La inscripción de este medicamento es la segunda que se efectúa a nivel mundial, luego que la semana pasada Rusia hiciera lo propio con un fármaco que planea fabricar masivamente en las próximas semanas. En ambos casos el registro se hizo sin tener lista la tercera etapa, pero en este último caso ni siquiera se han difundido detalles de sus fases anteriores.
Pese a ello, el Kremlin asegura que unos 20 países ya han solicitado dosis y un laboratorio brasileño ya selló un acuerdo para producirla para Latinoamérica, cuando el regulador lo autorice.
Ayer, y pese a que recién la semana pasada anunció un acuerdo con la Universidad de Oxford y el laboratorio AstraZeneca para producir hasta 250 millones de dosis para la región junto a Argentina, el presidente mexicano Manuel López Obrador expresó ayer su deseo de ser parte del estudio clínico del controvertido fármaco ruso y sumarse a todos los esfuerzos que sean necesarios para inmunizar a la población.
"Si vemos que da resultados, y es eficaz, establecemos comunicación. Y si hay disponibilidad, adelante. Y para que no quede duda de la importancia que tiene para nosotros, yo sería el primero en dejarme vacunar, porque me importa mucho. Pero tenemos que conocer bien lo que está sucediendo y garantizar que sea algo efectivo y que esté también al alcance de toda la gente", planteó.
Para López Obrador, en este asunto se debe priorizar el avance científico y el pragmatismo de la eficacia que podría tener un fármaco para detener el Covid-19, dejando de lado las "ideologías".
"Si en Rusia, en China, tienen primero la vacuna y se demuestra que es eficaz para salvar vidas, de inmediato establecemos comunicación. Yo hablaría de inmediato con el presidente de China y el presidente Putin, para que se tenga la vacuna, y lo mismo en el caso de EE.UU., que tenemos muy buena relación con el presidente Trump", agregó.
Bolivia y el proyecto de oxford
El ministerio de Salud de Bolivia informó ayer que su país recibirá las vacunas que la Universidad de Oxford y AstraZeneca fabricarán para Latinoamérica en Argentina y México. El asesor de la cartera, René Sahonero, afirmó que las esperan durante el primer semestre del próximo año y los primeros en inocularse serán los funcionarios de la salud. Tras ellos vendrían los grupos de riesgo, las personas con enfermedades de base y las embarazadas. Esta vacuna aún no pasa todas su pruebas.
"Si Rusia, China, tienen la vacuna (...) y es eficaz (...) de inmediato nos comunicaremos.
Andrés M. López Obrador, Presidente de México