El desprecio hacia los profesores

Estos días se conocieron las apreciaciones del Ministro de Educación ante la comisión del Senado junto a los comentarios realizados por el presidente del Colegio de Profesores, en esta suerte de obligatoriedad por retornar a las clases presenciales en una pandemia que continúa. Y aun observando países de la región y de Europa que han decidido dar un paso atrás y dar por cerrado el año académico.

En Chile, con el denominado "Paso a Paso", tenemos comunas que continúan en cuarentena y otras que se encuentran en transición. Frente a ello, es complejo entender que algunos establecimientos puedan abrir sus puertas (con una cantidad mínima de alumnos por aula) y, por otra parte, con alcaldes que simplemente decidieron cerrar sus establecimientos. Entonces, cuál es la verdadera preocupación, ¿quién toma en cuenta las modificaciones curriculares que los profesores tendrán que hacer a partir de los conocimientos previos que supuestamente han desarrollado los niños?

Un profesor sabe que antes de comenzar una nueva unidad, debe hacer un diagnóstico de sus estudiantes, con tal de no partir a ciegas con los objetivos de aprendizaje que se proyectan en una determinada asignatura. Concluido este hito evaluativo, se podrá planificar la unidad siguiente sin dar por sabido que ya lo sabe todo. Esta acción, para los que no se dedican a la educación puede sonar simple, sin embargo, conlleva un análisis multidisciplinar que involucra a educadores diferenciales, psicólogos, fonoaudiólogos, etc.

No es justo decir que los docentes estamos cómodos en nuestros hogares en esta modalidad virtual de clases. Muchos están con licencia médica por agotamiento laboral, ya que además de estar en pantalla con los estudiantes, debemos: revisar informes, trabajos, pruebas, los que se deben hacer hasta altas horas de la noche e incluyendo los fines de semana, el desgaste provoca problemas cervicales y oculares.

Ser profesor en Chile, implica vocación y ética profesional. Ninguno puede sentirse conforme con que nuestros estudiantes no estén aprendiendo el currículo nacional, y menos, bajo una modalidad que se nos ha impuesto. Hay que estar 'con los pies en el barro' para opinar sobre el esfuerzo que hacemos los docentes, incluso a nivel universitario, para que ningún estudiante quede ajeno a recibir una educación de calidad. Pensemos en los profesores antes de tomar decisiones que puedan ser perjudiciales para su propia salud, los docentes también hemos sido parte de la 'primera línea' cuando de educación se trata.

"Los profesores también hemos sido parte de la 'primera línea'".

Carlos Guajardo, Académico UCEN, y magíster en Educación

Hoy 20 de agosto se recuerda el natalicio de un gran chileno y soldado, quien durante su vida superó una y otra vez la adversidad y supo erigirse como uno de los principales gestores de la Independencia Nacional y también de nuestro vecino país, el Perú.

Bernardo O'Higgins Riquelme, durante su vida cultivó valores que están vigentes hoy, como la templanza, la voluntad de vencer y el amor a la Patria, logrando superar las pruebas que Dios le puso en su vida.

Fue por eso que, cuando la situación así lo exigió, O'Higgins dejó sus labores de hacendado y tomó la responsabilidad de Soldado. Luego, el heroico General de los campos de batalla pasó a ser el gobernante que encauzó la marcha de la naciente República.

El General O'Higgins fue el gran libertador de Chile, y para serlo, expuso su vida en numerosas batallas sellando la Independencia Nacional en Maipú. No contento con ello y gracias a su visión geoestratégica comprendió tempranamente que para asegurar la Independencia de Chile e Hispanoamérica, resultaba imprescindible el dominio del mar y la liberación del Perú, donde aún se mantenía el poderío español, disponiendo la creación de la expedición Libertadora del Perú, "Sobre estas cuatro tablas penden los destinos de América", exclamó el libertador con motivo del zarpe desde Valparaíso. Su propósito se cumplió triunfando así su gran concepción americanista, en este ideal se le igualó, a los grandes libertadores Bolívar, San Martin y Sucre.

Como Director Supremo, sostuvo y afirmó el sistema Republicano, abolió los títulos de nobleza, creó la Escuela Militar, la Academia de Guardiamarinas (hoy Escuela Naval), el Mercado de Abastos, reabrió el Instituto y Biblioteca Nacional, transformó el basural de la cañada en la Alameda de las Delicias, mejoró el alumbrado público y fundó las ciudades de Vicuña, San Bernardo y la Unión.

Pocas veces la grandeza de Don Bernardo O'Higgins se reflejó con mayor nitidez que cuando resignó el Mando Supremo de la Nación, al comprender que su permanencia a la cabeza del gobierno exaltaba ciertas pasiones y amenazaba con dañar la estabilidad institucional, en un gesto de nobleza, pone su espada a disposición de sus detractores y se retira a su hacienda de Montalván en Perú.

En estos días en que el país está sometido a la gran prueba de superar una pandemia sin precedentes en la historia y sus futuras consecuencias, los soldados del Ejército de Chile y particularmente los "Centinelas del Norte", teniendo como inspiración a nuestro gran General, renovamos nuestro compromiso de servicio, cooperando junto a todos los chilenos en los múltiples desafíos que debemos enfrentar, con el firme convencimiento de que solamente unidos civiles y militares, cada uno desde su propio ámbito, aportando con lo suyo, logremos retomar el camino del progreso y estabilidad que nos legaron nuestros grandes héroes como Bernardo O'Higgins Riquelme.

Comandante en Jefe de la

VI División de Ejército,

general de Brigada Carlos Castillo Villarroel