OPINIÓN
Una nueva visión de 200 años entre Chile y Bolivia
La reflexión del alcalde de Recoleta de dar una salida al mar para Bolivia a través de plebiscitar el tema refleja una visión centralista que ignora la particularidad del territorio y las relaciones andinas.
La composición del espacio andino regional desde lo prehispánico hasta la chilenización, más allá de sus transformaciones, ha mantenido elementos y relaciones de continuidad, si bien recontextualizada, los límites se dieron por una relación entre la naturaleza y el hombre.
Los límites de las regiones de Arica y Parinacota y la de Tarapacá, ha sido respetado por las autoridades prehispánicas, españolas y los estados de Perú y Chile. Todos establecieron cambios en las relaciones productivas, sociales y culturales, sin intervenir en sus demarcaciones.
Colchane ancestralmente es el paso de comercio e intercambio entre la amazonia y la costa del Pacífico, una muestra de ello es el gigante de Tarapacá. ¿Qué empresa humana invierte tan cantidad de recursos en medio de un desierto si no es por su importancia estratégica?
Como se ve la idea de un corredor bioceánico que pasa por Colchane no es una idea nueva.
Las autoridades alto andinas han establecido una paradiplomacia entre los estados de Bolivia y Chile, un ejemplo es la relación que el Estado de Bolivia sostuvo con el municipio de Colchane por el problema de los varados de la frontera.
En este sentido Colchane es una membrana unida a la territorialidad andina y bioceánica que equilibra las relaciones entre los estados, porque ha nacido de la relación primaria entre los individuos que buscan, a través del intercambio comercial, aquello que los estados no les dan, un desarrollo social y económico que nace de su propio esfuerzo.
Una visión de futuro de 200 años como la que reclama el alcalde de Recoleta, no pasa por la decimonónica concepción de los estados nación. La visión de futuro nace de la posibilidad de reforzar los espacios de interacciones humanas existentes que funcionan desde tiempos ancestrales, en el cual Colchane es una punta de lanza.
El mar no es para Bolivia o Chile, es un espacio dinámico de relaciones humanas. Los ciudadanos deben exigir a los estados dar las condiciones para que su esfuerzo tenga frutos en una vida mejor para ellos y sus familias.
"El tema refleja una visión centralista que ignora la particularidad del territorio y las relaciones andinas".
Javier García,, alcalde de Colchane