Aunque parece reiterativo, el llamado a extremar y unificar esfuerzos para salir de la extensa cuarentena que afecta a las comunas de Iquique, Alto Hospicio y Pozo Almonte se hace cada vez más urgente.

Tal como se ha mencionado a lo largo de estos meses, los 120 días de confinamiento han golpeado fuerte a la región, socavando la actividad económica y evidentemente la estabilidad laboral de miles de familias de Tarapacá. Por otro lado, el extenso encierro también está generando un inmenso daño a la salud mental de las personas, entre otros problemas que seguramente se notarán con más fuerza en el mediano y largo plazo.

Vale entonces preguntarse qué es lo que estamos haciendo mal y qué debemos mejorar para avanzar, de una vez por todas, a la Fase de Transición.

Por un lado la comunidad ha asumido la responsabilidad de adoptar varias de las medidas sanitarias recomendadas por los expertos: la gran mayoría utiliza mascarillas, intenta resguardar el distanciamiento social al desplazarse por la vía pública o al realizar trámites en instituciones de diverso tipo. Por otro, la autoridad continúa impulsando los mensajes preventivos y solicitando la colaboración de la ciudadanía en la lucha contra la pandemia.

Sin embargo, también se evidencian situaciones que nos mantienen al debe, como por ejemplo la alta cantidad de permisos de desplazamiento que se han solicitado y que muchas veces no son urgentes. A eso se suman las personas que no respetan las restricciones y se reúnen para participar de celebraciones, adquirir alcohol en sitios clandestinos o deambular sin las autorizaciones correspondientes. Asimismo y desde el rol que deben cumplir las autoridades, también se advierte una baja de la fiscalización que se debe realizar en calles, barrios y en el sector central, solo por mencionar algunos factores.

Con todo, lo cierto es que tres comunas de la región no logran avanzar hacia el desconfinamiento y la sensación de muchos es más bien desalentadora.

Es hora que todos, comunidad y sobre todo autoridades, hagan una profunda reflexión y desaten los nudos que nos mantienen en cuarentena. Es importante reconocer en qué hemos fallado, ya que sin duda algo no se está haciendo de forma correcta.

"Es importante reconocer en qué hemos fallado, ya que sin duda que algo no se está haciendo de forma correcta".

Es ya un lugar común escuchar sobre la importancia de la descentralización en Chile. Cuando se anunció la elección de gobernadores pensamos que había llegado la hora de las regiones y que, por fin, en toda la historia republicana de nuestro país se lograría un modelo político y económico descentralizado. Para algunos historiadores, la centralización se inició después de la derrota de Loncomilla (8 de diciembre de 1851), donde el peso de Santiago fue inobjetable frente a otras regiones como La Serena y Concepción que lo cuestionaban. Con el paso del siglo XIX, Chile fue transformándose en un país cada vez más centralizado, mientras Santiago se fortalecía y crecía. El siglo XX no hizo más que consolidar el Estado-Nación, homogenizando culturalmente a la población bajo un ideario que era fundamentalmente santiaguino. La capital fue, y sigue siendo, un atractor de lo mejor de nuestro país, tanto de recursos humanos como financieros.

Algunos teóricos, como Sergio Boisier, pensaron que, con el proceso de globalización, Chile comenzaría a ser presionada por un movimiento desde arriba, la globalización, y otro desde abajo, la descentralización, donde ambos transformarían las estructuras del Estado-Nación. El problema es que, a diferencia de la globalización, la descentralización afecta intereses muy concretos de una elite (grupos y sectores) que han concentrado el poder político y económico en nuestro país. Porque descentralizar significa claramente una transferencia real y efectiva de poder desde el centro a las regiones. Descentralizar no es sinónimo de regionalización, desconcentración o deslocalización, se trata de un fenómeno mucho más profundo de desarrollo equilibrado, inclusivo y no excluyente.

La discusión sobre la necesidad y el beneficio nacional que implica resolver las desigualdades territoriales en Chile ya es conocida, basta recordar el libro de Esteban Valenzuela "Descentralización ya. Conceptos, historia y agenda", RIL Editores, Santiago, 2015, ahora es necesario dar pasos concretos, por ello, felicito a los 19 senadores (bancada regionalista) que se opusieron a la postergación de la elección de gobernadores regionales, que es solo un paso, pero todo caminar se inicia siempre con un primer paso.

"Felicito a los 19 senadores que se opusieron a la postergación de la elección de gobernadores regionales".

Sergio González Miranda,, Premio Nacional de Historia 2014

La derrota que sufrió ayer el CDI frente a Universidad de Chile es lamentable, pero ahora lo importante es levantar cabeza, concentrarse en lo que viene y seguir sumando puntos. Era un rival duro, pero ya es pasado.

Lo importante

Celebrar las Fiestas Patrias sin duda que es algo muy importante, pero lo es mucho más frenar los contagios y evitar nuevas víctimas del coronavirus. La región tiene una deuda pendiente con la salud de su gente y el bolsillo de muchos. Hay que ser responsables.

Cuentas falsas

Por estos días de campaña abundan las cuentas falsas en las redes sociales. Es importante que los ciudadanos distingan cuando se trata de opiniones con altura de miras y otras que solo buscan denostar y no tienen argumentos. Internet da para mucho...