Septiembre, el momento propicio
Septiembre es uno de los meses más especiales del año. Es el mes de la Patria, el mes de la chilenidad y es también el mes en que el Ejército conmemora sus glorias, y donde se aprecia con mayor nitidez el valor de nuestra historia.
Pero quién podría haber imaginado que este mes de la patria nos encontraría en un escenario tan complejo como el que nos ha tocado vivir durante los últimos seis meses, en los cuales, cerca de un ochenta por ciento de la fuerza del Ejército, ha debido desplegarse por el país para ir en apoyo a la estrategia de Gobierno.
Es evidente que estos meses no han sido fáciles para nadie, y el Ejército no es la excepción. Se han debido sortear extensas jornadas de trabajo, la amenaza de contagios, el estrés de las operaciones prolongadas, especialmente para aquellos que han permanecido lejos de sus hogares. Este año las conmemoraciones tendrán otro cariz y las tradicionales ceremonias y desfiles tendrán que esperar. Sin embargo, creo que septiembre es el momento propicio para rendir un homenaje y agradecer a los hombres y mujeres que con esfuerzo han escrito las páginas de gloria en estos 210 años de existencia del Ejército, y especialmente a quienes están bajo mi mando.
Es el momento propicio para rendir homenaje y agradecer a quienes dieron vida al Ejército, mediante la creación de sus primeras unidades a fines de 1810, iniciando así un largo camino que comprendería duros periodos de guerra e intensos años de paz, donde miles de valientes soldados rindieron su vida y contribuyeron a escribir nuestra preciada historia. Es el momento también para rendir homenaje a los oficiales, suboficiales mayores, suboficiales, clases, soldados de tropa profesional y empleados civiles, que forman parte del Ejército, quienes cada día permiten que el Ejército cumpla en forma eficiente con las tareas que le corresponden, sin dudar en poner a disposición del Ejército y la patria todas sus capacidades, incluso sus vidas.
Es el momento también para rendir homenaje a los soldados conscriptos, este grupo de jóvenes, atendiendo a las difíciles circunstancias provocadas por la pandemia, han debido extender su servicio militar, dejando de lado sus proyectos para ir en apoyo de sus compatriotas. Este acto de entrega adquiere aún más valor si se considera que la mayor parte de nuestros soldados conscriptos proviene de sectores vulnerables y que no han estado ajenos a los efectos del COVID-19. Todos son un ejemplo digno de destacar y que nos señala que -como sociedad- deberíamos apreciar lo que han hecho estos jóvenes y renovar de esta forma, la confianza en nuestros principios y valores, los que han quedado en evidencia durante estos meses de arduo trabajo y sacrificio.
"estos meses no han sido fáciles para nadie..."
Christian Bolívar Romero, Comandante de la 2da. Brigada Acorazada "Cazadores"