Instalan cerco perimetral en cuartel Cavancha tras ataques del estallido
Obra de restauración contempló también la restauración de oficinas al interior del ex Regimiento Granaderos de Iquique.
Tras los ataques recibidos en el estallido social, la VI División del Ejército de Chile decidió restaurar e instalar una reja en todo el frontis de su cuartel general ubicado en Cavancha, conocido como el exregimiento "Granaderos", que lleva 115 años erguido al frente del principal balneario iquiqueño.
El proyecto también consideró, aparte del cierre perimetral que va desde el hotel del regimiento hasta la capilla, una pintura de fachada y la restauración de pabellones y oficinas del mismo recinto militar.
Sobre las razones de instalar una extensa y alta reja, desde la VI División informaron que los motivos fueron "asegurar que el cuartel no vuelva a ser atacado por delincuentes" y porque según la rama castrense los soldados que hacen guardia en este cuartel militar "no tienen la preparación, ni la doctrina, ni principalmente la cultura policial para enfrentarse a este tipo de hechos vandálicos".
De todas formas, el Ejército indicó que la barrera física en ningún caso implica el alejamiento del cuartel de la comunidad, ya que aseguraron entender "que es parte de la ciudad de Iquique, por lo que en su diseño general se buscó afectar lo menos posible la estética del edificio".
Horarios
Desde la VI División del Ejército de Chile definieron que la apertura de la reja principal del cuartel por avenida Arturo Prat se hará los sábados y domingos de 9.00 a 18.30 horas y la puesta en marcha de visitas guiadas al museo al aire libre al interior del cuartel se desarrollará los sábados y domingos de 9.00 a 13.00 horas. También se iluminará con los colores patrios la fachada del regimiento de viernes a domingo, tal como se hizo en Fiestas Patrias.
Informaron que paralelo a esto se autorizó el traslado del monumento de Eleuterio Ramírez ubicado en avenida Arturo Prat, para restaurarlo y protegerlo, según indicaron en la fuerza castrense.
Pérdida de identidad
El director ejecutivo del Instituto de Estudios del Patrimonio (Idepa), Bernardo Dinamarca, expresó que esta intervención tiene que ver con el valor que le otorgamos a los espacios públicos y precisó que el Edificio Granaderos no siendo un Monumento Histórico, sino que estando en la categoría de un edificio protegido, posee una significancia, por lo que le parece grave lo hecho con el proyecto de restauración.
"En el momento que aparece un elemento que limita esta condición de significancia, el atentado es mayúsculo, porque el fondo establece un límite: esto es mío y esto es tuyo. Sin la reja el edificio estaba integrado incluso a lo que es la misma playa", advirtió el arquitecto.
Añadió que la instalación del cerco, también se suma a las intervenciones que ha tenido en años anteriores el mismo borde costero cavanchino, lo que para él ha hecho perder la "identidad".
"Hay un pérdida de los valores de identidad natural que tenía la playa. De ser una playa accesible, a la incorporación de todos estos elementos inspirados en culturas foráneas (...) van produciendo este quiebre", concluyó Dinamarca.