El 73% de las residencias es ocupada por migrantes
Seremi recordó que todos quienes ingresen al país deben hacer aislamiento.
Un aumento en el ingreso de personas extranjeras han registrado las residencias sanitarias en este último mes. De acuerdo a datos aportados por la Defensa Nacional, al 17 de agosto habían 440 personas en residencias, de las cuales 101 eran extranjeras, es decir, un 23%. Al 22 de septiembre habían 700 pacientes en residencias, 518 de ellos extranjeros, es decir, un 74%, informó Jedena
El general Guillermo Paiva, jefe de la Defensa Nacional, informó que una de las preocupaciones latentes es la situación migratoria en la región.
"Es alarmante la cantidad de gente que está ingresando en forma diaria, ilegal y clandestina, principalmente por Bolivia, país con el que tenemos una frontera de 942 kilómetros y son fronteras muy porosas. Ese problema va creciendo y, desde el punto de vista legal, no tiene una solución inmediata, mientras no salga una ley menos blanda y permisiva. Nuestra ley actual no fue hecha para estos tiempos y perdió su efectividad", manifestó.
Paiva agregó que este aumento se hizo notar durante septiembre, dado el número de personas que ingresó a residencias.
"El 9 de septiembre habían 151 extranjeros, el 36% de las camas ocupadas. Al 21 de septiembre habían 485, el 80% de las camas ocupadas, solo extranjeros que están en cuarentena tras ingresar al país. Una cosa es que tengan COVID y otra es que estén haciendo uso de un beneficio que, pese a que hay un aspecto humanitario, debiera ser para los connacionales", comentó.
Más del 70%
Las cifras actualizadas, según la Seremi de Salud, dan cuenta de que hasta este 24 de septiembre habían 810 cupos totales en residencias, de los cuales 715 estaban ocupados por pacientes. De estos 715, 523 corresponden a personas extranjeras, un 73% de la ocupación.
La cifra, precisaron, corresponde a las 11 residencias en total, ocho de ellas hoteles arrendados para tales efectos y tres residencias transitorias, las que se han habilitado en la Piscina Godoy, el Colegio Unap y una tercera abierta esta semana en el Liceo A-7.
El seremi de Salud, Manuel Fernández, explicó que las residencias sanitarias, destinadas para quienes no pueden cumplir su cuarentena en sus hogares por no reunir las condiciones para ello, también deben acoger a quienes llegan a territorio nacional desde el extranjero, sean chilenos o no, pues todos deben hacer aislamiento obligatorio por 14 días.
Sin embargo, reconoció, "la crisis migratoria desde países como Bolivia, Colombia, Venezuela y Haití, agravada por la pandemia del COVID-19, genera que familias enteras, con adultos, jóvenes, niños y, no en menos casos, mujeres embarazadas, se aventuren en la internación a nuestro país, transitando por senderos no formales, por zonas con altura geográfica y sometidos a bajísimas temperaturas, lo que pone en peligro la integridad física".
La autoridad sanitaria precisó que, independiente de la situación migratoria, y con mayor atención en casos provenientes de Bolivia, donde calificó que la situación ante la pandemia ha sido "crítica", se hace indispensable que todos cumplan con su cuarentena, "evitando que en esta primera etapa de estadía en nuestro país tengan el estatus de situación de calle, condición que pudiera transformarlos en vectores del coronavirus".
Situación compleja
Victoria Cardemil, encargada de medios de vida de la Fundación de Ayuda Social de Iglesias Cristianas (Fasic Iquique), socios del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, expresó que a diario reciben llamadas por ayuda, en su mayoría de personas de nacionalidad venezolana.
"La situación es bastante complicada, porque cruzan la frontera caminando y pueden ser asaltados. Hay casos en que llegan a Chile sin documentos ni recursos. Hay residencias sanitarias que no tienen como fin albergar a migrantes, pero las están utilizando porque no queda otra, o están en las calles o en carpas", expresó.
Cardemil advirtió que todos los actores involucrados debieran hacerse cargo de una situación que es humanitaria.
"Es un fenómeno bastante potente y debemos estar a la altura, una persona más que llega al país no es un problema, todo lo contrario. Estamos frente a un desafío. Estas personas podrían trabajar y tener la oportunidad que están buscando, porque por eso migran, pero los trámites por la pandemia se han visto muy lentos", expresó, agregando la realidad que vive los menores que cruzan con sus familias: "Hay niños y niñas que están siendo vulnerados de todos sus derechos".