Patricio Iglesias P.

P ara Marcia Cuéllar, dejar su negocio a través de redes sociales y emprender en un local de calle Latorre es su desafío. Mientras aún tramita la patente, está ordenando la mercadería que venderá a contar de los próximos días.

El local "Súper Randon" se encuentra en calle Latorre y su idea es "trabajar instalada, aprovechando la experiencia on line, que mantendré y dar espacio a personas que no cuenten con un lugar para arrendar".

Una acción similar que emprendió el colombiano Flavio Riascos Espinoza, quien a través del retiro de fondos de la AFP y otros aportes, procedió a instalarse con una tienda de alimento para mascotas en calle Vivar "Mr. Patitas". "La iniciativa nació al aprovechar una oportunidad. Iquique es una ciudad de comercio, por eso buscamos un nicho, en este caso el alimento y otros accesorios para mascotas, perros y gatos", aseveró.

Con experiencia en administración, manifestó que el negocio fue concebido en plena cuarentena, por lo que los resultados son fruto de un trabajo junto a su esposa iquiqueña, quien lo apoyó en la iniciativa.

Nueva apertura

Para Johan Figueroa abrir su centro de depilación y spa "Dahmma" en calle Thompson, es una "revancha". En marzo alcanzó a inaugurarlo y funcionar una semana, antes que la crisis sanitaria la obligara a cerrar. El lunes reabrió con las protecciones y un aforo reducido: "el local estaba concebido para atender a 15 personas, pero ahora son 5, donde la atención es programada".

Explica que el objetivo es aprovechar la fase de transición, considerando que la apertura recién se materializó esta semana y su extensión tampoco es precisa, pues depende de factores como avance la crisis sanitaria de coronavirus. En el lugar cuentan con limpiadores de zapatos, desinfectantes y la obligatoriedad de usar la mascarilla, como base en el funcionamiento.

Mientras que el empresario Enrique Zambra, en calle Vivar realizó una transformación a su negocio "Más Pro", para de esta manera innovar y cumplir con las normativas sanitarias y atender 6 personas.

El local, que hasta unos años fue especialista en ropa deportiva y en especial de fútbol y baby fútbol "lo transformamos, para poder llegar a un público más amplio".

Es así que a la ropa deportiva, se agregaron calzados, ropa de moda y otros accesorios atendiendo la demanda de público.

Zambra destacó que utilizó recursos propios para la transformación.

Con solo el 50% de los locatarios, de un total de cien módulos, reabrió al público la Feria Persa ubicada en calle Zegers con O'Higgins.

En el local, de seis entradas que contaba hasta antes de la pandemia, solo funciona con el acceso en calle Zegers, previa toma de temperatura y desinfección de manos con una máquina dispensadora de alcohol gel en su acceso.

La presidenta de la Feria Persa, Marcela Alvarez, precisó que la apertura se hizo ayer porque debió ajustarse el aforo para el recinto.

"De seis accesos solo se dejaron dos, uno para ingresar y otro para salir. También se estableció que el aforo de la feria es de 100 personas, por lo que se trabaja con la administración para que se cumpla", expresó.

Dijo que solo el 50% de los locatarios se instaló el primer día de operatividad del recinto, esperando que algunos retornen según avanza la semana.

En el recinto reabrieron los locales de corte y confección, así como de impresión y fotocopiados, así como dos locales de venta de peces e insumos para acuarios y aves.

El comerciante Omar Nachi manifestó que retomó su local de fotocopias y venta de tarjetas y accesorios de librería en la feria.

"Lo que hicimos fue potenciar este local en la feria, pues yo tenía otro más en el centro, pero decidimos instalarnos acá para poder concentrar nuestros esfuerzos", precisó. Espera que el público vuelva al recinto.