Tiendas de ropa y calzado entre lo más buscado los primeros días de transición
Iquiqueños también han retornado a las joyerías del centro, así como a las heladerías del calle Vivar.
Una necesidad que se observó a simple vista en el comercio iquiqueño de calle Vivar, una vez iniciada la fase de transición, resultó ser el calzado. Así lo expresaron locatarios del rubro, precisando que los clientes han ido a renovar sus zapatos, además de ropa, tras más de cuatro meses de cuarentena.
Juan Carlos Gandolfo, propietario de La Liguria, considera que la aglomeración irá bajando con el transcurso de los días.
"Después de meses encerrados, mucha gente tiene necesidad de recuperar sus calzados que ya se gastaron. Ha habido un flujo importante estos días, principalmente niños y mujeres, y creemos que va a durar hasta fin de mes, cuando comience a normalizarse", indicó.
Desde la administración de La Riviera, que abrió recién ayer, igualmente reconocieron que las mayores consultas son por calzado, aunque también por ropa, principalmente de hombre.
"La gente estuvo muchos meses sin adquirir y está renovando su vestuario", señalaron desde el local de Thomson.
En Sacco Deportes, coincidieron en que zapatos y zapatillas han sido lo más cotizado desde que se levantó la cuarentena.
"Nos llegó una persona que tenía los zapatos rotos, entonces básicamente la necesidad hace que la gente venga. Los primeros días las grandes tiendas estuvieron cerradas y tuvimos un alza, pero ya se estabilizó y estamos vendiendo artículos deportivos y zapatillas de baby fútbol, nuestro fuerte", dijo Patricio Sacco, uno de los dueños.
Retoman clientes
Aunque de forma paulatina, las heladerías también retoman su clientela. Ximena Corrales, encargada de la sucursal Pingüino de calle Vivar, explicó que abrieron el martes. Por las tardes se generan filas, ya que solo permiten un aforo de hasta tres clientes al interior del local.
"Nos dicen 'qué rico que abrieron, para darnos un gustito'. Así que de a poco recuperándonos. Los clientes agradecidos de que abrimos, porque cerramos el 15 de mayo", dijo.
Llin Córdova, administrador de Pepe Gelatos, afirmó que "cuando la gente compra, se amontona. Se ha visto más flujo y no dejamos de vender".
En las joyerías igual reconocieron un mayor interés, especialmente por recuperar trabajos pendientes desde mayo.
Geraldine Rached, vendedora de joyería Mujer Orfebre en la Feria Persa, indicó que lo más solicitado estos días han sido las argollas de matrimonio y los aros para niñas.
"El oro subió, pero nosotros tenemos el precio viejo ya que no hemos incluido mercadería nueva y la gente aprovecha. Aquí también se mueve mucho la pila de reloj. Me dicen 'desde que empezó la cuarentena se me dañó la pila y no he podido salir' y ahora vienen", contó.
El dueño de joyería Dades, Exequiel Hernández, que atiende en la misma feria por calle Zegers, dijo que "la gente dejó sus reparaciones y las ha venido a buscar. Se ha visto llegar más gente, pero que anda vendiendo o empeñando, ese es el flujo que hay".
Hicieron fila en LOCALEs no esenciales
Claudina Zepeda, fue a una tienda de cosméticos
"Compro unas paletas para revisar la garganta y eso es todo, después lo esencial. Bajé temprano y a las diez de la mañana una multitud. Terrible y sin distanciamiento".