Diego Gotelli C.

Las playas repletas de bañistas, con toallas separadas por escasos centímetros colmando los espacios en la arena, son imágenes habituales de los veranos en Chile pero que las autoridades esperan no se repitan en esta época estival, cuando el país seguirá a enfrentando a la pandemia por el covid-19.

Para prevenirlo, ayer el Gobierno presentó un protocolo que regulará las visitas al litoral, exigiendo entre otras medidas mantener un distanciamiento de al menos un metro con otras personas en todo momento. La misma distancia se deberá mantener al instalar las toallas, sillas o reposeras en la arena.

Otra obligación será el uso permanente de mascarilla en las playas, aunque el Ministerio de Salud aclaró que habrán dos momentos en que se podrán sacar: cuando se ingrese al mar y cuando se esté en la arena sin movimiento y con dos metros de distancia de cualquier otra persona a la redonda.

La guía no considera el retiro del barbijo para comer, pues aconseja no consumir alimentos en estos lugares.

"Hemos aprendido a vivir en estos meses en esta cultura sanitaria distinta. Sugerimos no comer en la playa y recomendamos que si van a comer alimentos, que sea en un lugar establecido", comentó la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza.

El protocolo también exige mantener un frecuente sanitizado de manos y entrega una serie de recomendaciones, como que los grupos de persones se distancien por 5 metros, que se eviten los deportes masivos, no compartir juguetes de arena, y llevar sus propios elementos playeros como reposeras o quitasoles.

Las autoridades señalaron que habrán funcionarios fiscalizando el cumplimiento de las normas, pero también brigadistas que tendrán una función educativa para enseñarle a las personas las normas vigentes en el protocolo.