Es muy evidente que el proceso constitucional iniciado el fin de semana pasado, con el histórico plebiscito, deja muchas conclusiones y temas dignos de revisar y reflexionar. Uno de los primeros análisis positivos que se han hecho de esta consulta, es la amplia participación que logró. Destaca, por el hecho de que se superó el 50% de participación en Chile, y el 51% en el exterior. Es interesante, debido a que este plebiscito se dio en un marco altamente desafiante, debido a la crisis sanitaria que afecta al mundo por el coronavirus, y que por ejemplo, en otros países ha significado que la participación en actividades similares haya bajado. En Chile, en cambio, el interés por ir a las urnas se manifestó de manera histórica.

Este nivel de participación es especialmente interesante si se analiza respecto a las últimas elecciones municipales del año 2016, cuando la participación no alcanzó siquiera a llegar al 40%. Eso, tomando en cuenta que las autoridades municipales, que en ese momento se elegían, suelen ser siempre las más cercanas a la ciudadanía.

Otro aspecto que aparece pronto a consideración tras el plebiscito del fin de semana, es el que tiene que ver con la relación que existe entre la participación ciudadana y el interés que el mismo proceso, en su fondo, genera en los electores. En esta oportunidad, la ciudadanía no se estaba pronunciando respecto de personas o de cargos, sino más bien de una idea, de su futuro, de cómo piensan que debe definirse el país.

La concurrencia a las urnas también puede rebatir la idea de que el voto voluntario conspiró contra la participación. Más bien, es tiempo de analizar otro tipo de factores que pueden jugar en contra de la participación ciudadana, tomando en cuenta que el domingo pasado se votó de manera voluntaria y en medio de una pandemia.

Seguramente hay muchas conclusiones que sacar, particularmente por parte de la clase política, que hasta hora no había logrado en sus personajes y candidatos, lograr un nivel de interés y de atracción como el que sí consiguió la idea de construir un nuevo camino para el país, a través de la redacción de una nueva Constitución.

"La participación en el plebiscito del domingo, en medio de una pandemia, deja muchos detalles al análisis y reflexión".

Cada 1 de noviembre el cementerio se convertía en un lugar bullicioso. Olía a flores y a pintura fresca. De vez en cuando el grito "Escalera". Adolescentes ofreciendo ese servicio, para que el deudo alcance a limpiar y a poner sus ofrendas. Todo a cambio de algunas monedas. Nos ganábamos un "canchito". Se repetía el grito como letanía. Era un día intenso. Se le esperaba con cierto anhelo. Y no era para menos, era "el día de los muertos". Era uno de los días más silenciosos de la ciudad.

Ciertos mausoleos de mármol nos hablaban de un Iquique variado y diverso. Apellidos de todo el mundo descansaban en paz. Muertos nacidos en Hamburgo, en Liverpool, en Cantón. Una lápida curiosa en inglés, da luces sobre un hombre nacido en Gran Bretaña y muerto en Cavancha. Escribo sobre el Cementerio 1, extensión de la plaza Arica, donde por las tardes jugábamos a la cowboy y de paso, observábamos ataúdes semiabiertos. Walter Milicay nos mostró el nicho de un muerto el 21 de diciembre de 1907, así como nos indicó donde estaba enterrado don Santiago Whitte, un gran dirigente de La Cruz, a quien honramos con el nombre de nuestra escuela de básquetbol. El paso de las carrozas de las funerarias locales, con el traqueteo de los caballos, obligaban a parar la pichanga y en silencio, despedir al muerto. Tiempo en que la gente se vestía de luto. Un riguroso negro que indicaba que la muerte había pasado por allí. Se afirmaba que siempre eran tres los finados. Se hacían apuestas. El humor es una forma de alejar y de humanizar a la muerte. Los jotes, de alguna manera, anunciaban su presencia. De allí el "Jote toma tu cruz".

El 1 de noviembre es la comunión de los muertos con los vivos. Algunos cantan la canción preferida del fallecido, otros les hablan. Hoy los cementerios estarán cerrados.

El cementerio tiene la solemnidad de la última morada. El lugar donde el cuerpo empieza a desaparecer definitivamente. Pero, cada vez que se le visita, la memoria desafía al polvo.

"Se le esperaba con cierto anhelo. Y no era para menos, era 'el día de los muertos'. Era uno de los días más silenciosos de la ciudad".

Bernardo Guerrero J., Académico Unap

Los números muestran que los casos diarios de covid-19 han subido levemente, y ayer sobrepasó los 50 contagios en 24 horas. De seguir así, la fase 3 seguirá lejos para Iquique y Alto Hospicio.

CDI

El trabajo intenso que ha aplicado Cristián Leiva desde que llegó al CDI, ha generado frutos en los últimos partidos, ganando 10 puntos de 15. Es un buen término de la primera rueda, que debe confirmarse en la segunda para alejarse del fondo de la tabla ponderada.

Basureros

La instalación de los "basureros inteligentes" fue una pérdida de dinero y además significó cero aporte a la solución de un problema en el sector centro de la ciudad. Hay que pensar mejor en qué se usan los recursos, ya que pasó lo mismo con las vías preferentes.