Nueva Ley de Migraciones divide a autoridades
Alcaldes de Iquique y Colchane dudan de su efectividad, mientras que parlamentarios UDI asegura que beneficia a la región.
Tras ocho años de tramitación, el Senado aprobó ayer la nueva Ley de Migraciones, que cambiará la legislación vigente en nuestro país, la cual data de 1975.
El cuerpo legal establece en uno de sus artículos que quienes hayan ingresado al país antes del 18 de marzo de este año por un paso habilitado podrán regularizar su situación de residencia. Mientras que las personas que hayan entrado a Chile por un paso no habilitado, deberán salir y solicitar el permiso en su país de residencia.
Entre las medidas que considera está que los extranjeros solicitantes de refugio que no les fuese reconocida tal calidad, podrán optar a protección complementaria de oficio o a petición de parte por la autoridad.
También ningún extranjero titular de protección complementaria podrá ser expulsado o devuelto al país donde su derecho a la vida, integridad física o la libertad corra riesgo en razón de su raza o etnia, nacionalidad, religión o creencia, orientación sexual o identidad de género.
La más optimista fue la senadora UDI, Luz Ebensperger, quien aseveró que la ley beneficiará a Tarapacá, porque "tendrá un consejo migratorio, normas claras y procedimientos que permiten que la expulsión de quienes no cumplan con las normas sean efectivas. Que la gente que quiera hacer un proyecto de vida, lo haga cumpliendo la ley".
En tanto, el diputado Renzo Trisotti, también gremialista, expuso que ahora las autoridades contarán con un cuerpo legal donde "definirán con mayor rigurosidad sobre causales explícitas quién puede ingresar o no a Chile y, dado el alto número de clandestinos, las policías podrán reconducirlos de vuelta de inmediato y donde se agilizan además los procesos de expulsión".
Agregó que también "se terminará con este pasillo interminable de migrantes clandestinos por Tarapacá".
Mientras que el diputado comunista Hugo Gutiérrez cree que la legislación no es ningún avance "y pronto empezará a verse lo desastroso de esa legislación", expresó. Argumentó que la antigua ley del año 1975, que regulaba la migración, era un enclave autoritario y "el proyecto de ley de Piñera, lejos de avanzar a un enfoque de derechos, mantiene el enfoque de seguridad nacional en relación al ingreso de personas extranjeras, por lo que constituye una legitimación de la doctrina de la seguridad nacional en esta materia", expuso Gutiérrez.
Mientras que el alcalde Mauricio Soria se manifestó excéptico sobre este cuerpo legal: "La ley en este minuto no resuelve el problema migratorio. No se va a resolver el problema que está viviendo actualmente la región de Tarapacá. Acá se juega con las palabras, pero la presión que existe en la frontera no lo va a resolver la ley".
Un punto de vista que también compartió el alcalde de Colchane, Javier García, quien expresó que duda de la efectividad de la nueva ley de migraciones: "Una buena ley se mide por su capacidad de solucionar un conflicto para el cual se le invoca su creación. En este sentido me parece iluso pensar que los miles de emigrantes que ingresan a diario por Colchane quieran regresar voluntariamente a un lugar donde acusan mueren de hambre. Tengo dudas de su aplicación y que se pueda dar cumplimiento", argumentó.
La nueva ley estableció que no podrán entrar al país quienes tengan procesos judiciales pendientes informados por la Interpol por tráfico de drogas, entre otros delitos.
"Me parece iluso pensar que los miles de migrantes que ingresan a diario por Colchane quieran regresar".
Javier García, alcalde de Colchane
Patricio Iglesias P.
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