OPINIÓN
Tarapacá también es Chile
Cuando hace más de una semana la subsecretaria de Salud, Paula Daza, con toda soltura expresó en TV que las fronteras de Chile se mantienen cerradas, a excepción del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, me fue imposible dar crédito a lo que estaba escuchando y creo que lo mismo sintieron miles de iquiqueñas e iquiqueños.Como si no fuéramos parte de Chile la realidad que se vive en las carreteras del Tamarugal y en muchas de las calles de nuestra ciudad dista mucho de lo afirmado por Daza, palabras que solo confirman que estamos frente a un gobierno indiferente ante la vulneración masiva de sus fronteras e incapaz de cumplir con resguardarlas y ejercer soberanía en su territorio.
Se estima que hablamos del ingreso irregular de cerca de 10.000 personas desde que se cerraron las fronteras, mejor dicho, los pasos fronterizos, y se desconoce la magnitud del contrabando, narcotráfico y del accionar del crimen organizado en este contexto de pandemia. Además, se ha comprobado que este no es un problema solo de Iquique o Tarapacá, pues muchas personas con PCR positivo prosiguen viaje a Santiago o el sur propagando el contagio por todo el país.
Desde La Moneda, atribuyen el problema a que parlamentarios de oposición recurrieron al Tribunal Constitucional para frenar la promulgación de la nueva Ley de Migración. Mal pretexto. Esto es mucho más simple, pues se trata de que con la antigua o nueva ley el Estado, cualquiera sea el signo político del gobierno de turno, cumpla al menos con el mandato constitucional de resguardar sus fronteras, ejercer soberanía y hacer cumplir las normas en su territorio, en este caso, mantener la frontera cerrada; es decir, que nadie ingrese por pasos habilitados y, mucho menos, por los no habilitados.
Iquique no resiste más ser el soporte de la ineptitud y desidia del Gobierno de Chile ante una crisis migratoria que nos suma una complejidad adicional, pues en el único hospital de Tarapacá tenemos a trabajadores muy agotados, al igual que en la Salud Primaria, tras meses de intenso trabajo. Por esto, es que también pedimos se refuerce al ya exigido personal de nuestro principal recinto asistencial.
Esta es una emergencia que requiere de una política de Estado. La migración siempre ha existido e Iquique es, históricamente, una ciudad con una profunda base multicultural, pero ese carácter se ha forjado siempre, con leyes antiguas o nuevas, teniendo nuestra frontera bajo control y resguardo. No como hoy, en que el Estado está prácticamente ausente y sin entender que Tarapacá también es Chile.
"Iquique no resiste más ser el soporte de la ineptitud y desidia del Gobierno".
Mauricio Soria,, alcalde de Iquique