Simplezas que salvan vidas

Estamos viviendo una instancia trascendental en la historia de la humanidad que está cambiando drásticamente la percepción de nuestro entorno biopsicosocial para siempre. Incluso nuestro lenguaje se ha transformado, añadiendo léxicos nuevos al diario vivir.

Estos términos emergentes de la nomenclatura científica nos pueden parecer simples y fáciles de comprender. Estamos familiarizados con el uso de mascarilla, higiene de manos, distanciamiento social, aforo o alcohol gel. Si los incorporamos diariamente y es parte del lenguaje que predomina en los medios masivos de comunicación ¿por qué a pesar de entenderlos correctamente no los utilizamos diariamente?

El simple hecho de practicar el uso de mascarillas, que forma parte de un conjunto integral de medidas de prevención y control para limitar la propagación de determinadas enfermedades respiratorias causadas por el virus COVID-19, puede salvar vidas.

La mascarilla sirve para proteger a las personas sanas, cuando las emplean al entrar en contacto con una persona infectada o para el control de fuentes que es cuando una persona infectada la utiliza para no contagiar a otros.

Somos majaderos en reiterar la utilización correcta de la mascarilla y debemos tener en consideración que usar mascarilla no basta para lograr un grado suficiente de protección o control de contagios, de modo que es preciso adoptar otras medidas personales y comunitarias para contener la transmisión de este patógeno. Es prioritario respetar las cuarentenas, no realizar fiestas clandestinas, evitar aglomeraciones, respetar los aforos y las medidas decretadas para cada región, según en la etapa en que se encuentre la comuna. Sobretodo en nuestra región donde la pandemia ha golpeado sin piedad a sus habitantes. Aún se puede percibir gente utilizando inadecuadamente la mascarilla, asistiendo a la realización de trámites presenciales y creando aglomeraciones innecesarias.

Por tales motivos reiteramos que todas las medidas mencionadas anteriormente pueden evadir la transmisión de este patógenos y sus nuevas variantes. Ahora depende de nosotros evitar el incremento de contagios y fallecidos en la zona. Son acciones diarias, personales y simples que pueden salvar miles de vidas en nuestra región y en el mundo. Nunca es tarde para el autocuidado y protección contra esta enfermedad. ¡Todo depende de nosotros!

"Somos majaderos en reiterar el uso correcto de la mascarilla...".

Dr. Jorge Font, MBA, Diplomado en Adicciones U.C

A casi tres años de la publicación de la Ley 21.015 sobre Inclusión Laboral, que obliga a las empresas de 100 o más trabajadores a contratar al menos a un 1% de personas en situación de discapacidad, hay nuevos avances en la materia que implican desafíos para el 2021: la promulgación de la Ley 21.275 que exige la contratación de un experto en inclusión laboral y la generación de políticas inclusivas al interior de las organizaciones.

Esta iniciativa es un tremendo avance para un cambio cultural que valore la diversidad, pero no asegura el éxito del proceso, pues aún existe mucho desconocimiento y falta de compromiso de las empresas, pues muchas siguen priorizando las medidas alternativas que propone la Ley 21.015 para cumplir con las exigencias.

Por ello, es prioritario que el Estado considere a las personas en situación de discapacidad como grupos vulnerables en las medidas de reactivación económica, focalizando recursos para promover su inclusión y permanencia laboral, generando programas para las personas y las empresas, con un impacto significativo y sostenible.

También es importante que las empresas se asesoren por entidades competentes y con trayectoria para la elección del experto en inclusión laboral, para que así la medida sea exitosa y un aporte para la empresa y sus colaboradores.

Ya hay organizaciones que han tomado este desafío, acción que debe tomarse como un ejemplo a seguir. Pero es importante no considerar la contratación de personas en situación de discapacidad como una acción de Responsabilidad Social Empresarial, sino que valorar a cada persona como un aporte y entender que el talento y la gestión de la diversidad otorga grandes beneficios a las compañías.

Marcela Varas, Directora de Carrera de Terapia Ocupacional

UDLA

Considerando la frase dicha por la kinesióloga de Hospital en Antofagasta, María José Vega que atiende a contagiados con COVID 19, en reportaje de El Mercurio de Antofagasta (23.01.21)...

"Si todos pudieran ver lo que nosotros vemos, como se apagan las vidas"

Un buen "tirón de orejas", para los porfiados que a lo largo de Chile, siguen promoviendo y participando en fiestas ilegales, sin hacer caso de los llamados de las autoridades, lo que demuestra que las multas a la que se exponen, no les hacen ni cosquillas...

Lo que deberían hacer las autoridades, es llevar a todos estos infractores enfiestados, a los hospitales, para que vean "in situ", la dura realidad que viven todos los días, el personal de la salud, como María José Vega en Antofagasta, o experimenten una intubación, escuchen testimonios, y comprueben que no son cuentos, ni el producto de la imaginación de alguien, por ver muchas películas de virus en la TV, sino que es más grave aún, y está ocurriendo, en estos precisos momentos, en una de esas, esta dura experiencia, les hace reaccionar, entran en razón y se acuerdan que tienen padres, abuelos, tíos, familia...

"Una cosa es que te la cuenten de lejos y otra muy diferente, es verla en vivo y en directo y en colores"

O a lo mejor son seguidores de Santo Tomás... "Ver para creer"

Luis Enrique Soler MIlla