El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) publicó un nuevo Boletín de Empleo correspondiente al trimestre móvil de noviembre - enero, con preocupantes cifras locales.

Según el informe, la tasa de desocupación fue de 10,4%, 2,5 puntos sobre el informe anterior, que había sido solo de 7,9%. Asimismo, además los desocupados aumentaron en 28,7% respecto a igual periodo del año anterior, habiendo un total de 18.200 personas sin trabajo en este lapso analizado.

Entre los factores se cuentan están principalmente los efectos del retorno a la cuarentena en enero, donde tras las contrataciones estacionales estos trabajos volvieron a perderse.

En este sentido, son los rubros del comercio y el turismo los más afectados, principalmente el gastronómico, puesto que la hotelería se ha mantenido gracias al uso de las empresas mineras y los proyectos de ampliación.

El informe a nivel nacional indicó que la mayor contracción de ocupados en sectores económicos fue en alojamiento y servicios de comidas y pesca. En esta última área productiva, el norte se vio afectado por un gran número de desvinculaciones que coincidió con planes de retiro y sus efectos en los proveedores.

Los indicadores económicos son vistos con gran preocupación por los líderes gremiales en los gremios turísticos, quienes aclaran que no se resisten más confinamientos.

Pese a ello la realidad sanitaria local está lejana a conseguir una situación de relativa normalidad, puesto que aún la Unidad Crítica del Hospital de Iquique se mantiene al límite y los contagios diarios siguen con un promedio superior a los 100 casos diarios.

Del mismo modo, también es cierto que la actual fase 2 no ha significado un aumento de las cifras por sobre lo que se estaba dando, lo que claramente da cuenta de que el problema más allá de las visitas a la playa o a los centros comerciales, se da en las reuniones familiares o fiestas clandestinas donde las personas se desinhiben y dejan la mascarillas y demás protocolos.

Es importante que se pueda seguir ajustando el plan "paso a paso" haciéndolo más flexible, atacar de mejor forma donde realmente se dan los contagios y a la vez, proteger el empleo.

"La realidad sanitaria local está lejana a conseguir una situación de relativa normalidad".

El mes de febrero debe ser el mes más festivo para los matarifes. O lo era hasta hace un par de años atrás, cuando el barrio salía en comparsa rumbo al Buque Varado a enterrar al Rey Momo. La noche anterior en el Dándalo, planificaban los últimos detalles. Los viejos matarifes dejaban sus herramientas en casa y se tomaban las calles con la alegría que sólo el carnaval puede provocar. A ello hay que sumar el aniversario del Unión Matadero, que tanta gloria nos dio en el fútbol como en el boxeo. En este último deporte, los matarifes tanto en la Casa de Deportista, en el Caupolicán o en el Luna Park de Buenos Aires, mostraron sus atributos.

Nombremos solo a uno de esos peloduros, guapo, elegante, trágico y loco: Carlos Rendich. Y a Mario Gárate y Rubén Godoy. No puedo nombrarlos a todos.

Los matarifes imponían su autoridad en base a la mesura y al buen criterio.

Destilaban elegancia y cierta parsimonia al caminar. Tenían además un sentido del humor que siendo niño nos costaba aquilatar. Antes de la pandemia, Rubén "Yoma" Guerrero, nos confesaba que nunca un toro se escapó en esas mañanas de invierno iquiqueño, cuando todos andaban con camisas de mangas cortas. Aburridos, los picaneaban y los animales se lanzaban a comerse las calles. Era, en cierto modo, nuestro San Fermín.

Los matarifes se instalaron en el sector norte de Iquique. Desde fines del siglo XIX se habla del camal, lugar de sacrificio y faenamiento del ganado vacuno. Barrios de hombres bravos y sensibles.

Juan Martínez, Videla, Esmeralda, son sus calles de referencia. Su renovada sede en las esquinas de Videla con Arturo Fernández, da cuenta de sus grandes boxeadores. y cientos de otros más. Futbolistas notables como el caballo Aranda el grande y el chico, el galleta Veliz, el chamayo Novo.

Matarifes clásicos como el Negro Cloro, el chato Hugo, Capulinga y su hermano Guata de Llamo. Matarifes bravos que al escuchar un vals peruano lloraban como niños.

"Los matarifes imponían su autoridad en base a la mesura y al buen criterio".

Bernardo Guerrero,, sociólogo Unap

Aunque parezca chiste, todos los días miles de niños juegan sin ningún protocolo en el parque de Buque Varado. Al parecer a nadie le preocupa la salud, pese a que cuando hablan de la vuelta a clases todos se espantan.

Ciclovías

Copiando a Santiago, en Iquique se hicieron ciclovías quitando espacio a los vehículos. Si bien es importante dar cabida a los ciclistas, no se puede comparar las amplias calles de la capital con las de Iquique, además en la idiosincracia local la bici es recreativa y esas rutas deberían mejorarse.

Caos Vial

Un verdadero caos vial se vive en los alrededores del hospital, en Héroes como en Piloto Pardo, con vehículos mal estacionados por todas partes. Es necesario más control de carabineros y que, cuando se desarrollen proyectos de infraestructura, se piense en los aparcaderos.