Día de la Cero Discriminación
La Asamblea General de las Naciones Unidas, en conjunto con ONUSIDA, proclamó en 2013 el 1 de marzo como el Día Internacional de la Cero Discriminación, donde se establece la necesidad de terminar con cualquier forma de desigualdad que pueda afectar a las personas.
Hoy por hoy y pese a la lucha de diversas organizaciones, este debate sigue todavía vigente y en muchas comunidades y áreas del quehacer humano se continúan evidenciando acciones discriminatorias que atentan contra la dignidad.
Es así como muchas personas continúan excluidas por aspectos culturales, económicos, sociales, de género, edad, salud, educación, orientación sexual, raza, nacionalidad y condiciones de salud o física particulares, por nombrar algunos.
En Chile, la Ley 20.609 en su artículo 1° "obliga a cada uno de los órganos de la Administración del Estado a elaborar e implementar las políticas destinadas a garantizar a toda persona sin discriminación alguna, el goce y ejercicio de sus derechos y libertades reconocidos por la Constitución Política de la República, las leyes y los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes".
No cabe duda que con los años y la implementación de diversas políticas públicas, se ha ido avanzando en un equilibrio, no obstante, la discriminación continúa presente en muchos aspectos e incluso ha derivado en acciones que ponen en riesgo la integridad y la vida de quienes sufren alguna de las formas de exclusión social. En definitiva, se trata de un tema no resuelto y en el que urge continuar sumando.
En la actualidad, las redes sociales también se han transformado en una especie de campo minado que impide alcanzar este objetivo, toda vez que miles de mensajes de odio terminan generando un ambiente que en nada aporta a la igualdad. Tal situación se evidencia, por ejemplo, en los contenidos xenófobos que circulan por la red y que en el caso puntal de la región, se han hecho cada vez más cotidianos debido a la crisis migratoria en el continente.
Es importante que, además de las políticas públicas que abordan el tema, las familias fomenten el mensaje de igualdad, de modo que las nuevas generaciones alcancen una mirada mucho más inclusiva y que promueva el respeto por todos, pese a sus diferencias.
"En muchas comunidades y áreas del quehacer humano se continúan evidenciando acciones discriminatorias".