OPINIÓN
Mujeres deconstruyendo
En términos muy sencillos, "deconstruir" significa analizar las estructuras que componen un discurso. Este discurso puede ser una creencia, por ejemplo "las mujeres son celosas y competitivas entre sí" o "la construcción es un mundo de hombres". Deconstruir estas afirmaciones, implicaría entender de dónde vienen los argumentos que las sustentan, qué ideas pre existentes hay sobre las mujeres y su comportamiento o los hombres y el rubro de la construcción.
Quiénes y por qué han difundido estas aseveraciones. Y cómo es que estas ideas han terminado teniendo significados absolutos e intencionales que las instalan como realidades irrefutables. Deconstruir es cuestionar y podemos cuestionar, mirando a nuestro alrededor, fijándonos en las "entre líneas" que componen nuestro entorno.
Es por eso que hoy, a dos días de conmemorarse el Día Internacional de la Mujer, quiero contarles qué pude leer en el mío. Mi entorno, por 17 años de mi vida, fue la construcción. En ese recorrido, conocí mujeres fascinantes, impulsadas por la generosidad y la excelencia. Liliana y Gludimy, son las primeras que vienen a mi cabeza. Ambas, defensoras del rigor fundando en los valores. Maestras de muchas nuevas profesionales que iban llegando. Francisca, Johana y Daniela, fieles aprendices y hoy, autónomas ingenieras, se cuentan entre ellas.
Paola, mi leal asistente y compañera de oficina. Siempre ávida de nuevo conocimiento, me pedía constantemente que le entregara tareas desafiantes, para así, aprender. Carla y Bernarda desde bodega, nos iban facilitando el camino con la gestión de la provisión de recursos. Dani y Fran de R.R.H.H. y apostadas en obra, desplegaban un encomiable trabajo, reconociendo la labor de las y los de terreno.
Francia por su parte, implacable en los plazos y precisa en su gestión, aseguraba con ello, que los procedimientos de pago se cumplieran a tiempo. Paulina, de la inmobiliaria, entendía a la perfección que su cargo se trataba de una interacción colaborativa y desempeñó su función desde esa vereda. Porque todas nos encontrábamos en un propósito común: hacer nuestro trabajo lo mejor posible en función de concluir exitosamente.
Nos unían el compañerismo, el respeto, la dedicación, el compromiso, la solidaridad y la protección. En síntesis, profesionalismo y sororidad. Nuestra presencia deconstruyó creencias sobre el comportamiento femenino y la capacidad técnica de las mujeres en un sector, hasta hace poco, excluyente para nosotras. Por eso, mi tributo es hoy para todas las mujeres que trabajan alineadas por un fin mayor. Porque unidas, cuestionamos la forma en que las cosas se han venido haciendo siempre. Pero, por sobre todo, unidas, construimos otra manera de vivir el futuro y con ello, un mundo mejor.
"Cuestionamos la forma en que las cosas se han venido haciendo".
Gissel Godoy Riquelme, Arquitecta-MBA