Igualdad en roles y desempeño profesional

Carabineros de Chile es una institución pionera a nivel nacional en la incorporación de las mujeres en sus filas, contando en la actualidad con más de 10 mil funcionarias activas, uniformadas y civiles, que trabajan en todas las áreas de nuestras funciones, desempeñándose en igualdad de condiciones, responsabilidades y oportunidades que los hombres.

No existen distinciones laborales, recibiendo similar preparación y competencias que los funcionarios en nuestras escuelas, constituyendo un inmenso aporte en los más diversos ámbitos del quehacer institucional, cumpliendo labores esenciales en la protección y prevención de los delitos.

La incorporación de la mujer a Carabineros se inició en el año 1962, con el ingreso de 104 mujeres al primer curso de Oficiales de Escalafón Femenino y en octubre de 1974 se crea el Escalafón Femenino para el personal de Orden y Seguridad a contrata.

En 1997, por primera vez una mujer es ascendida al grado de Oficial General en Latinoamérica, situación que posteriormente se ha mantenido, contando en la actualidad con 3 mujeres generales en el Alto Mando institucional.

Asimismo, existen mujeres dentro del Personal de Nombramiento Institucional que han alcanzado su grado máximo de Suboficial Mayor y se desempeñan como jefes de destacamentos y retenes.

En nuestra querida región actualmente existen dos mujeres que se desempeñan como jefes de unidades. Una de ellas, a cargo de la Tenencia Pica y otra a cargo del OS7 Iquique, quienes se han destacado en sus funciones.

Ad portas de conmemorar el Día Internacional de la Mujer, reconocemos una vez más su gran labor, esfuerzo, perseverancia y servicio público.

De seguro este 8M estarán desarrollando funciones preventivas, recorriendo las calles del país a pie, en motocicletas, radiopatrullas o aeronaves, garantizando así la seguridad, bienestar y protección de toda la comunidad.

Un afectuoso saludo a todas las mujeres y en especial a las que dan cuenta de su valentía por estos días vistiendo el verde uniforme.

"No existen distinciones laborales, recibiendo similar preparación y competencia que los funcionarios".

Sergio Telchi Silva,, Jefe Primera Zona Carabineros, Tarapacá

Al conmemorar un nuevo 8 de marzo, fecha que desde 1975 la ONU reconoce como Día Internacional de la Mujer, cabe reflexionar en torno al significado profundo de este evento, sus cimientos, sus antecedentes, una historia que no ha estado precisamente cargada de las flores y el color de rosa que crecimos viendo en la decoración de todo aquello dirigido a las mujeres.

Los relatos históricos muchas veces anularon la presencia de las mujeres, situándolas como acompañantes pasivas, sin protagonismo alguno, incluso creando caracterizaciones estereotipadas de roles apropiados e inapropiados a cumplir, por ejemplo: asociar la maternidad como su rol fundamental, considerarlas débiles y siempre necesitadas de un apoyo que las sostenga, configurar colores, ropa, gestos y hasta profesiones adecuadas y no adecuadas a su rol. Estas imágenes sociales que heredamos nos pesan, incluso pueden haber marcado las decisiones de nuestras vidas, lo que hace necesario repensar, dialogar y reconstruir desde un enfoque de género que replantea lo que se espera de nosotras, permitiendo orientar políticas y prácticas en contextos con un enfoque de derecho, en igualdad de oportunidades y respeto a la diversidad de formas de ser y sentirse mujer.

El 8M visibiliza la historia de lucha de las mujeres, lucha y voz que muchas veces olvidamos como origen de cambios, es necesario recordar los eventos, con la crudeza de la realidad de la desigualdad, exclusión y vulneración de derechos, que en muchos casos puede verse duplicada o triplicada si además de ser mujer presentas discapacidad, perteneces a un pueblo originario, vives en situación de pobreza o eres víctima de violencia de género. Si a todo lo anterior le sumas la diferencia salarial, de acceso al mundo del trabajo , los prejuicios y la desinformación, tenemos un escenario que aún requiere recordar, motivar los cambios, potenciar los liderazgos femeninos, reconocer a las pioneras, a las dirigentes que aprendieron en el camino , a las que se atrevieron a estudiar lo que no les era permitido, a las que no se conformaron y no callaron, a las que decidieron hablar y decidir sobre su cuerpo, a las que no aguantaron más dolor e injusticia, por ellas y por todas aún necesitamos un 8M, aún necesitamos de su historia.

Sandra Urra Águila

directora Psicopedagogía

directora Educación Parvularia

Universidad Andrés Bello

Este 8 de marzo celebramos el día de la Mujer, fecha que nos invita a relevar sus distintos roles en la sociedad como es el caso de las mujeres emprendedoras. El 2020 estuvo marcado por la pandemia y la disminución de la participación laboral femenina producto de la pérdida de empleos, donde organismos como la CEPAL hablan de un retroceso de prácticamente 10 años para Latinoamérica. Hoy uno de nuestros grandes desafíos es poder entregar oportunidades a aquellas mujeres que deciden emprender, ya sea porque son jefas de hogar, porque perdieron su trabajo o bien porque en tiempos difíciles se hace necesario un ingreso adicional al presupuesto familiar. En ese sentido, apoyar el emprendimiento femenino a través de herramientas como el microcrédito se convierte en un instrumento de apoyo concreto y real que genera oportunidades a quienes no acceden a la banca tradicional. En Fundación Banigualdad, el 90% de las personas que apoyamos son mujeres que a diario nos demuestran su responsabilidad y compromiso, devolviendo en más de un 95% sus préstamos. Nuestra tarea es seguir creando oportunidades, especialmente, a quienes ven al emprendimiento como su motor de desarrollo.

Héctor Feeley,

Gerente General

Fundación Banigualdad