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Lorena González

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Profesora de inglés de la Universidad de Santiago, Lorena González (49) llegó a Iquique a fines de los 90, realizando actualmente clases en la educación nocturna, así como a cerca de 30 personas que están regularizando sus estudios en Palo Buque, Los Verdes y Playa Blanca, a través de la fundación Newenche.

"La educación es el pilar fundamental para el desarrollo. Hay gente que está luchando y quiere progresar, gente que de verdad cree que se pueden hacer cambios reales. La política partidista no tiene ninguna llegada, pero sí el arte de hacer política, llegar a acuerdos y hacer partícipe a la gente", dice la candidata, quien quiere fortalecer la educación a nivel constitucional.

"Educación digna y de alta calidad, acceso universal y gratuita. Muchos recursos para universidades. Todos en esta sociedad debemos ser parte del engranaje. Las escuelas de artes y oficios deben renacer, para tener un abanico amplio de opciones. A quien no le guste la educación estatal, tiene las universidades privadas, porque pueden coexistir. Hay que meter mucha plata en la educación técnico profesional y subir la calidad de la científico humanista. El pensamiento crítico logra cambios y cosas buenas", asegura González.

Añade que salud y vivienda deben cumplir las mismas características, acceso universal, gratuidad y calidad, y apoya un sistema de pensiones público y con garantía estatal. "Si el Estado garantiza cosas mínimas, se puede convivir entre lo privado y lo público", afirma.

Apoya una Constitución ecológica que permita cambios culturales en las próximas generaciones, y también un Estado plurinacional, pues "podría ser una solución a la autonomía del pueblo mapuche. Nos daría muchas alternativas ante reivindicaciones históricas".

Sobre el sistema de gobierno, reconoce que históricamente Chile ha sido presidencialista, pero expresa que es posible visualizar otros sistemas, como el semipresidencial con un primer ministro.

"Hay que redefinir el poder que tendrá el Presidente, porque deben seguir existiendo representantes, congresistas, alcaldes, pero hay que redefinir los atributos, en especial los presidenciales", dice.

También está a favor de mantener un Congreso bicameral, aunque pondría el énfasis en la corrupción.

"Si los congresistas fueran los ideales, sin problemas de probidad y transparencia, sería bueno mantener el filtro de ambas cámaras, pero cambiando el quórum. Mientras más representantes de la voluntad popular haya, mejor. También sería bueno tener una asamblea con los pequeños pueblos y sus problemas territoriales, pero antes eliminar la corrupción, del más grande al más chico", advierte.

Por esta razón es que discutiría la opción de descentralizar: "Estoy en contra del centralismo, pero mientras haya corrupción no se me ocurre cómo descentralizar. Si se da más poder, ¿no habrá más abuso, nepotismo? Las instituciones hay que limpiarlas, las confianzas están heridas".

"Eliminar la corrupción, del más grande al más chico".

Luis Ríos

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El abogado de la Universidad Arturo Prat, Luis Ríos (43), egresó en 2004 y hoy hace clases online de derecho procesal en universidades e institutos de Santiago. La decisión de postular la tomó en septiembre, antes del plebiscito y tras conversarlo en familia. Sus hijos con Trastorno del Espectro Autista fueron otra motivación.

Cree que la igualdad ante la ley debe reconocer el principio de equiparación: "En el caso de las discapacidades, es necesario equiparar al individuo. Se necesita cierto apoyo del Estado para alcanzar esa igualdad frente al otro, nivelar al individuo para que logre ejercer sus derechos en igualdad de condiciones".

Agrega que los grupos minoritarios vulnerables deben tener reconocimiento y protección constitucional, cada uno con sus realidades, como los adultos mayores, la infancia, la discapacidad física, sensorial, la diversidad sexual y los pueblos originarios.

Su experiencia lo lleva a plantear varias reformas al Poder Judicial, como establecer un sistema de enjuiciamiento vía jurados con doce personas escogidas aleatoriamente para determinados crímenes, en especial aquellos que impliquen a personas "poderosas e influyentes".

"Otra de mis propuestas está en sacar al Ejecutivo y al Legislativo del nombramiento de jueces, porque eso ha llevado a politizar la justicia y terminan perdiendo su independencia. Puede ser un órgano colegiado formado por los mismos jueces, o mixto, con académicos y ciudadanos. Eso sí, no pueden ser sometidos a votación popular, porque perderán imparcialidad al tener que fallar ante la opinión pública", afirma Ríos.

Reduciría las facultades del Presidente y apoyaría un Congreso unicameral, eliminando el Senado y dejando la Cámara de Diputados. También eliminaría el Tribunal Constitucional, ya que "no es jurisdiccional, sino político. No pueden existir dos tribunales supremos. Hay una pugna entre la Corte Suprema y el Tribunal Constitucional".

Asimismo, acabaría con el sueldo vitalicio de los ex mandatarios, pero mantendría el fuero de Presidente y parlamentarios, pues "hay procedimientos judiciales para eliminarlo". Además, crearía un defensor de la ciudadanía.

Ve poco probable un Estado federal, pero evaluaría la opción de comunidades autónomas por zonas geográficas que se queden con los recursos generados en el territorio. Está a favor de la autonomía de los pueblos indígenas, aunque "se deben resguardar los recursos naturales. Son de todos los chilenos, independiente de la etnia".

Apoya la idea de sustituir el Estado subsidiario por uno participativo y servicial. Dice que los privados pueden entregar servicios básicos, "pero con una directriz. El actual modelo de supervigilancia carece de facultades para un verdadero control".

Sobre la propiedad privada, cree que "no solo debe ser conservada, sino que se deben buscar mejores herramientas para protegerla".

"No pueden existir dos tribunales supremos".