OPINIÓN
Fatiga pandémica
Cansancio, irritabilidad y angustia. Estas son algunas de las emociones con las que tenemos que lidiar diariamente en tiempos del patógeno Covid-19. Literalmente estamos agotados, estresados y notablemente fatigados, por los constantes confinamientos que hemos vivenciado a un año de la llegada del coronavirus a nuestra región.
El estrés es un dispositivo que se inicia cuando una persona se ve rodeada por una superabundancia de circunstancias que superan las respuestas naturales de los mecanismos de defensa mentales y físicos.
Podríamos aseverar que esta sensación de tensión física o emocional es cotidiana y permite que una persona lleve a cabo actividades de forma más lúcida, sin caer en una enfermedad emocional. El problema se suscita con la pandemia del coronavirus, que se ha disparado y está provocando consecuencias negativas en la salud mental de la población, agudizando los síntomas descritos anteriormente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya le ha otorgado un nombre a este torbellino de emociones que entorpecen el funcionamiento emocional y cotidiano de los ciudadanos. Los expertos la denominaron fatiga pandémica, concepto para referirse a las reacciones psicológicas y físicas ante las prolongadas medidas y restricciones generadas de la pandemia por Covid-19.
El gran problema con la denominada fatiga pandémica, aunque es una reacción natural y esperada tras largos meses bajo restricciones, es la relajación por cansancio de las medidas sanitarias, trazando una seria amenaza a los esfuerzos nacionales e internacionales para controlar la propagación del virus.
Le aconsejamos para disminuir la fatiga pandémica, filtrar información que nos estrese, realizar tareas placenteras, expresar las emociones, dialogar con la familia, reírse, realizar actividad física y practicar un hobby. En conclusión, toda acción que propicie una disminución significativa del estrés. Recuerde que nada y nadie es imprescindible.
Sabemos que estamos agotados y saturados, pero debemos seguir esforzándonos al máximo para realizar y priorizar las conductas de autoprotección, las que continúan siendo el pilar fundamental para contener el avance del virus y asegurar los logros alcanzados en cada región de nuestro país.
"El problema se suscita con la pandemia, que está provocando consecuencias negativas en la salud mental".
Dr. Jorge Font, MBA, Diplomado en Adicciones U.C.